Entrega de la última base en suelo patrio en octubre de 1984

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Acto de transferencia de la última base, realizado en Fuerte Gulick.

Por Luis Carlos Samudio G.
Abogado, docente y mediador

El primero de octubre de 1984, en mi calidad de jefe de la Segunda Zona Militar de la provincia de Colón, tuve el honor de recibir, hace 40 años, a la ESCUELA DE LAS AMÉRICAS, en Fuerte Gulick, marcando así la presencia de la última instalación militar en nuestro territorio nacional.

Para mí, fue de suma importancia participar en esta ceremonia de recibimiento de un espacio formativo, como la ESCUELA DE LAS AMÉRICAS, en Fuerte Gulick, donde han estado presentes numerosas figuras militares que posteriormente se convirtieron en líderes de sus respectivos países. Ese acontecimiento representa el cumplimiento de la misión del comandante Omar Torrijos, quien aspiraba a que en nuestro territorio ondease una única bandera, logrando así la lucha intergeneracional.

El general Torrijos realizó una labor incansable para alcanzar esos objetivos y estrategias mediante un patrullaje, tanto a nivel nacional como internacional, con el fin de dar a conocer nuestro propósito. Esto se efectuó en el Consejo de Seguridad y entre los países No Alineados, así como con presidentes que respaldaron la lucha por la recuperación del enclave colonial. En la actualidad, ese territorio recuperado representa para la nación miles de millones de dólares que no se destinan a las verdaderas necesidades sociales que demanda nuestro pueblo.

Es importante señalar que, durante esa ceremonia de entrega, los participantes de Estados Unidos se mostraron visiblemente emocionados, derramando lágrimas y expresando una profunda nostalgia al hacer la entrega de la base a mi persona. Para mí, fue un gran honor participar en ese acto de entrega y recibir dicha estructura militar educativa.

Concluyo con una cita del presidente Dr. Jorge Illueca, q.e.p.d.: “hoy retiramos la última estaca del colonialismo norteamericano de nuestro territorio”, una afirmación que pronunció durante su discurso en la base del Fuerte Gulick. Este concepto no fue bien recibido por el General Noriega, q.e.p.d., ya que comprometía sus planes y estrategias relacionados con esas instalaciones. En la actualidad, un gran número de colonenses reside en dicha área.

¡Juntos trabajemos a favor de la paz y la convivencia pacifica!

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