Por Jairo Pertuz
Periodista
Por fin, una autoridad académica hoy libre de ligamentos y ataduras políticas, se manifiesta sobre la problemática nacional, con energía y aciertos.
La vociferación de supuestos líderes políticos corruptos y de algunos supuestos gurús de la economía panameña que sólo critican sin propuestas ni verse su rabo, debe cesar por el bien del país.
El análisis que presenta el Instituto de Estudios Nacionales (IDEN), de la Universidad de Panamá, es acertado, aunque puede mejorarse en unos cuatro puntos. El centro bancario no permitió nada y el Estado ha facilitado a los bancos el privilegio de saciar más su apetito de enriquecimiento, llevándose miles de millones de nuestras divisas. Hay otros detalles que merecen ser investigados.
El tema de la evasión fiscal en Panamá es alcahueteado por los gobiernos y los encargados de la Dirección General de Ingresos (DGI), bien sea por órdenes superiores o por la incapacidad de quienes han sido sus directores. En este tema, también son culpables los diputados o legisladores corruptos e incapaces.
Definitivamente, hay que reducir la planilla estatal por ser parte del foco clientelista y de corrupción. Excelente el enfoque relacionado con el sistema financiero que frena la economía en lugar de estimularla.
El estallido social en Panamá se demoró mucho en presentarse, debido a la inocente conciencia de este noble pueblo al que se engaña y ofende con facilidad, en muchos casos por ignorancia, lo cual se observa en la desatención de la Educación y la Salud.
Ese tema está politizado y tiene al borde del colapso a la Caja de Seguro Social (CSS), sin que el gobierno, del que se esperaba un ágil abordaje de este sistema —columna vertebral del país—, hubiese atendido con la seriedad requerida, por estar ocupado en tratar de repetir en el 2024.
