El Dedo
Por Niko Jones
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Cerca de la sede del Partido Panameñista vieron caminando, de día, al doble del sabio griego Diógenes. Llevaba una lámpara encendida y repetía: ¡busco a un líder! Algunos le sugirieron que buscase al poeta atómico Javier Hernández.
- Estadistas y jefes de conglomerados mencionados en “Panama Papers” empiezan a renunciar, uno por uno. Sin embargo, en Panamá, los involucrados siguen tomando café en el Boulevard Balboa, como si nada sucediera. ¡Qué bellacos!
- ¿Será cierto que Mossack Fonseca fue víctima de su propia tacañería, al no contratar un sistema eficiente contra los “hackers”? Ahora, la firma tendrá que pagar 1.000 veces más y sus clientes serán medidos con una vara y una cuarta más.
- Hollande aclaró a “Ninja Turtle” que “Vive la France” no significa “Juega Vivo”. En todo caso, parece que hay una propuesta de leer juntos El Principito (Le Petit Prince), de Antoine de Saint-Exupéry, para limar asperezas.
- Viejas beatas recomendaron rociar el Palacio de Las garzas con agua bendita, usar sahumerios y trapear el piso con “Las Siete Bandas”, para ver si espantan a los malos espíritus del sistema financiero. ¡Qué gran idea, corearon en el Opus Dei!
- “Panama Papers” ha puesto a prueba la lealtad de los ministros de Estado y levantado sospechas de indiscreciones en materia de datos filtrados. Por el momento, no se espera escuchar de ellos la expresión “¿Señor, seré yo?”
- Hay banqueros poniendo barbas en remojo, tras el avispero internacional. Otros, que ayudaron a financiar propiedades inmobiliarias con menos metros que los previstos en contratos de compra y venta, son observados por la ACODECO.
- Panamá está dentro de una especie de berenjenal, en una historia sin fin, en la que los capitales se vuelven volátiles y los negocios offshore pueden irse a pique. Un gran desmadre puede terminar “pateándole la paila” a muchas familias.
- El más optimista de todos, es Jorge Luis Quijano, administrador de la ACP, quien espera reunir en el Canal de Panamá a 70 presidentes en la inauguración del tercer juego de esclusas, que no llevará el nombre de Omar Torrijos.
- De hecho, Torrijos ha sido el gran ausente en el Canal que consiguió recuperar con el apoyo del pueblo panameño. Parece que algunos quieren que las nuevas generaciones olviden la memoria colectiva y el legado de luchas.
- En la Junta Directiva de la vía interoceánica falta un obrero. En vez de resolver esa exigencia, el gobierno de “cara dura” ha preferido designar allí a un “yes man” de las multinacionales, las mismas que lo tienen metido en los “Panama Papers”.
- Una pegunta para Varela: ¿Recibirá con entrañable afecto al representante de USAID en Panamá, después de saber que esa agencia patrocinó parte de la investigación que desató el merequetengue de Mossack Fonseca? Piénselo y nos avisa.
- La lucha contra el Aedes aegypti sólo se puede ganar con el apoyo de las comunidades. Si no podemos entender esa verdad, es porque somos unos insectos.