Con información de cubadebate.cu y Granma.cu
La República Popular China rechazó este 21 de diciembre que Estados Unidos continúe politizando el tema de los Derechos Humanos para ejercer presión e inmiscuirse en las cuestiones internas de Cuba.
Wang Wenbin, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, reiteró la oposición de su Gobierno a la doble moral y las críticas usadas como pretexto para promover la injerencia extranjera en Cuba y afirmó:
“China siempre sostuvo que Estados Unidos debe respetar la soberanía y la independencia de Cuba, y eliminar el bloqueo económico, financiero y comercial, impuesto de forma unilateral y por más de medio siglo”
Urgió a Washington a dar un vuelco en sus relaciones con La Habana, sobre la base de la igualdad para responder a los intereses de ambos Pueblos, lo cual conduciría a la estabilidad y el desarrollo de América Latina.
Sus declaraciones se suman a la mayor parte de las naciones del Mundo que exigen el levantamiento del bloqueo norteamericano a Cuba, por ser contrario a la Carta de Naciones Unidas y afectar todos los aspectos de la vida del pueblo cubano, constituyéndose en el principal obstáculo para su desarrollo económico.
La creciente agresividad contra Cuba Socialista del régimen Trump ha sido más ponzoñosa en medio de la COVID-19. Este 21 de diciembre otras tres empresas de la Isla engrosaron el bochornoso listado de entidades “sancionadas” por Donald Trump, y el mismo tratamiento recibieron tres funcionarios nicaragüenses.
«Rechazo las nuevas medidas de bloqueo anunciadas por el secretario de Estado Mike Pompeo. Cuba saldrá adelante sin importar cuántas entidades incluyan en sus listas espurias. Cada acción de la política exterior de EEUU refuerza el aislamiento y descrédito internacional al que Trump y su equipo la condujeron», afirmó en Twitter el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla.
Pompeo repitió la burda justificación: «esta acción pretende ponerles fin a prácticas económicas que benefician desproporcionadamente a Cuba y Nicaragua».
El imperialismo norteamericano muestra su odio visceral al querer frenar con medidas coercitivas unilaterales la exitosa respuesta cubana a la pandemia, y viola, además, los Derechos Humanos de millones de personas.
Reafirmamos nuestro compromiso solidario con el pueblo y el gobierno cubano, y rechazamos la permanente guerra mediática y terrorista, promovida, organizada y financiada por el gobierno estadounidense, la cual se traduce en campañas calumniosas que pretenden desdibujar y deslegitimar los grandes logros culturales, científicos, políticos, educativos y económicos de la Revolución Cubana y justificar los atentados violentos contra sus sedes diplomáticas, como el sucedido contra la embajada cubana de Washington el 30 de abril de 2020, sin que hasta la fecha el Departamento de Estado, ni el Gobierno de EEUU, hayan emitido una declaración oficial condenando los hechos criminales.
