Por Alberto Velásquez
Periodista y relacionista público
Con la postulación de Pedro Miguel González, prácticamente se completa el trío de aspirantes del Partido Revolucionario Democrático (PRD), que disputarán en las primarias del 11 de junio la candidatura a la Presidencia de la República.
No se vislumbra la presentación de otro candidato porque no hay más facciones significativas en el partido, salvo que el ex presidente Martin Torrijos acepte, dando un paso en falso a través de la postulación por otro partido que no sea el PRD.
La trilogía de candidatos del PRD tiene características muy propias, que desde ahora vislumbra una fuerte disputa entre los avenidos al PRD durante los recientes años contra los perredistas y no perredistas plenamente convencidos de la necesidad de repuntar los principios del fundador del partido, el general Omar Torrijos Herrera.
La bochornosa escena protagonizada por seguidores del candidato del Órgano Ejecutivo, entregando bonos a pocos metros y en momentos de la postulación del candidato de una facción del Legislativo, Crispiano Adames, describió la penosa estrategia del candidato vicepresidente convencido de que con dinero, pan y circo puede conseguir votos. Está desesperado porque, evidentemente, no ha podido consolidar su candidatura frente a un grupo de delegados y funcionarios que se sienten amenazados con destituciones.
Aún cuando pudo convocar a un gran número de seguidores en su postulación, el candidato legislador no puede desligarse de haber liderado uno de los trayectos mas cuestionados de la Asamblea Nacional y de haber logrado su legislatura también en una cuestionada elección, que ganó por un minúsculo número de votos. Ha sido calificada de positiva, pero sin imagen a nivel nacional.
La postulación reciente, de Pedro Miguel González, el primer secretario general del PRD que llega a esa posición sin gozar de las mieles de un puesto público, para dedicarse por completo a consolidar el partido, tiene un gran significado.Además, por su íntima y muy conocida trayectoria a favor de la consolidación de los postulados del torrijismo.
Critica con inteligencia la gestión del PRD en el poder, haciendo lo posible por evitarle un aparatoso fracaso en las próximas elecciones generales, que se vislumbran como censura de la ciudadanía en general, decepcionada por la incapacidad de los gobernantes en solucionar los principales problemas nacionales, e inmerso en un manto de corrupción incapaz de combatirlo y menos eliminarlo.
Los planteamientos del candidato Pedro Miguel González, por encima de las palabras demagogas de sus contendientes, son dirigidas a defender los recursos naturales y acercar un gobierno a los sectores populares. Marcarán la diferencia al momento en que los delegados a las primarias puedan depositar su voto secreto para elegir a un candidato que pueda lograr que el PRD se aleje de una pronosticada derrota.
