Breves comentarios a la metodología del «Pacto del Bicentenario»

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Enoch Adames M.

Enoch Adames M.
Sociólogo
Ex director del programa FLACSO Panamá

Toda metodología está orientada conceptualmente y predetermina por su propia lógica de construcción, sus resultados finales. Dicho de otra manera, el procedimiento en su propia formulación define el alcance y limitaciones de sus productos.
En ese sentido, la metódica del Pacto del Bicentenario descansa en algunas consideraciones que ameritan ser explicitadas.

La metodología

La propuesta metodológica se define como “democrática y participativa”, ya que se orienta básicamente a empoderar al ciudadano (título individual), en su “condición jurídico-política”, como el demandante por excelencia de soluciones. Queda claro, por la naturaleza del procedimiento de “individualización”—procedimiento técnico—, que las propuestas se formularán tendencialmente desde los “intereses particulares” de cada ciudadano.

Por “individualización” entiendo la acción y efecto de propiciar diferencias en la generación de propuestas. Por “intereses particulares” entiendo los contextos socioculturales del individuo y una estructura de problemas propia de la colectividad de la cual forma parte.

La metodología también abre las categorías de sociedad civil, academia, instituciones o político para hacer ingresar propuestas. Sin embargo, será siempre a través del criterio de “individualización”, es decir el individuo como ciudadano, o el individuo a nombre de sociedad civil, academia, institución o político, la forma mediante la cual se hace ingresar la propuesta.

No queda claro el tema de la responsabilidad colectiva, en el caso de instituciones o partidos políticos, por ejemplo.

No obstante, la lógica, quizás no deseada, es que en la práctica se reduce el “poder ciudadano”, inherente a la propia condición, al atomizarlo y sumergirlo en lo inmediato, en problemáticas locales, comunales o provinciales, que por su naturaleza son problemáticas institucionales de naturaleza administrativa.

Al reducir el poder ciudadano a la lógica de los “intereses particulares” se impone un “polvareda” de hechos-problemas que a la hora de “subir” de nivel, a la comisión de clasificación (descriptores), el criterio de distribución será básicamente por agregación en temáticas o categorías, determinado por variables e indicadores. Un procedimiento que se hace a partir de criterios técnicos-ideológicos.

Lo viable o factico

La metodología define como propuestas válidas o aceptadas aquellas que cumplen el criterio de factibilidad. Entiendo que será otra vez el criterio técnico, si nos atenemos a una definición convencional: “aquella que dispone de los recursos que se utilizarán para poder realizar los objetivos y metas de un proyecto planteado”. Por lo tanto, temas de naturaleza estructural serán desestimados.

Entiendo por estructural a los mecanismos o dispositivos que le dan persistencia a la sociedad en un determinado tiempo histórico, como son los del sistema político y sus instituciones (el presidencialismo, por ejemplo); la corrupción como problemática sistémica; o una determinada matriz económica que se reproduce en su lógica de acumulación a partir de los elementos que la constituyen y no de otros (el transitismo). Una Constituyente forma parte de este ítem.

La viabilidad o factibilidad de temas estructurales de naturaleza política o económica quedan descartados en este contexto metodológico, porque ellos dependen de una relación de poder.

Las Temáticas

De las temáticas del Pacto, siete de diez son del área social, es decir son competencias del Gabinete Social; con esto queda subrayada la preminencia temática del «Pacto del Bicentenario». Sin demeritar la importancia que el área social y lo que las eventuales políticas públicas orientadas al “cierre de brechas” puedan lograr; lo cierto es que en lo que respecta a la desigualdad y pobreza, lo que la ciudadanía entiende es que la desigualdad y la pobreza, social y regional son el producto tanto de un modelo económico y político agotado.

Las vulnerabilidades sociales que la pandemia puso en evidencia (6° país más desigual) son el resultado de aproximadamente 30 años de la gestión pública y privada de modelos políticos y económicos que han fracturado al país. Estos son los aspectos sustantivos de un debate que quiera avanzar hacia un país participativo, inclusivo y libre de corrupción. Temas que entrarían en los criterios de no viables o no prácticos de la metodología.

Fundar una Nueva República debe ser considerada entre sus objetivos. Estamos a tiempo para una reformulación metodológica.

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