Peligro real de una agresión militar contra Venezuela

Peligro real de una agresión militar contra Venezuela

Por Jorge González
Analista político
Coordinadora Panameña de Solidaridad con Venezuela

Veamos con seria preocupación las amenazas militares de líderes de EEUU a Venezuela y los pasos de cerco político militar del imperio y sus lacayos contra el hermano pueblo bolivariano. Igualmente, las advertencias del gobierno de Venezuela, de intelectuales y analistas político militares de la región.

Tras el fracaso de todas las opciones de guerra de quinta generación y de denominado golpe “blando” o “suave”, entiéndase desestabilización violenta, magnicidio y guerra económica, para rendir a Maduro y a las fuerzas bolivarianas en ejercicio del poder, el imperio norteamericano implementa un plan de invasión o algún tipo de ataque armado de venganza contra Venezuela Bolivariana.

Un ataque aéreo o misilístico para descargar algún grado de furia imperial capitalista y canalizar la imagen de hegemonía en crisis del imperio, a manera también de intento de ablandamiento político militar, y de no conseguirse los resultados esperados, que estos sean previos o preparativos de una invasión bajo la excusa de narcotráfico y de una crisis migratoria que precisamente se vería agudizada como tal por esos mismos ataques y la imposición de un total bloqueo yanqui, toda vez que la resistencia antimperialista del gobierno bolivariano y del pueblo son un mal ejemplo para los países dominados desde la perspectiva de los intereses de EEUU.

Estas acciones, invasión o ataques limitados, pueden llevarse a cabo en posible alianza a ejércitos extranjeros de Estados con gobiernos de derecha, entre ellos, de Colombia y Brasil. Sin descartarse la colaboración de países de la OTAN de forma limitada. Varios hechos así lo indican, habiendo sido nuestro país, Panamá, objeto de una invasión norteamericana en diciembre de 1989. Conocemos el libreto de entonces y las excusas que han utilizado en sus recientes actos de intervención militar en el Medio Oriente y Libia.

Indicadores actuales que apuntan a una posible intensificación de la agresión en el plano militar, de invasión o posible ataque aéreo limitado de demostración de fuerza, o una mezcla de ambas con algo de separación en el tiempo, todo lo cual a su vez se suma a la sostenida agresión económica y política de Estados Unidos contra Venezuela por su proceso revolucionario antimperialista y pro socialista.

1. La situación inmediata de varios gobiernos de derecha contrarios al gobierno de Maduro, no es sólida y ello afecta su capacidad de ser útiles a EEUU en derrocar al gobierno bolivariano chavista, y su situación puede empeorar a corto plazo que producirían cambios de correlación.

Argentina el gobierno de Macri que presenta un peligro real de derrumbarse, pierde capacidad de maniobra y apoyo político social ante las medidas impuestas por mandato del FMI. Brasil, en el contexto de las inminentes elecciones, Lula sigue liderando las encuestas y ante la posibilidad de verse impedida su candidatura por la aplicación del Lawfare o guerra judicial en su contra, el sucesor de Lula va ganando simpatías en las encuestas de cara a las elecciones de octubre. Todo esto combinado con la asunción de López Obrador en México en noviembre, son factores que ejercen presión contra los intentos de derrocar al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.

2. La derrota de las gurimbas en 2017, el desgaste derechista de la mano con los sucesivos triunfos electorales de las fuerzas chavistas, y las medidas económicas del gobierno de Maduro, ponen en serio riesgo la efectividad de la guerra económica imperial contra Venezuela.

3. El fracaso del Magnicidio.

4. Las recientes declaraciones del senador Marco Rubio, exponente de la ultra derecha estadounidense y del bloque cubano venezolano fascista en EEUU, expresándose partidario de una invasión a Venezuela bajo el eufemismo de “intervención militar”. «Ha llegado el momento y que Donald Trump no anuncia, actúa» dice. Recordemos en este sentido las declaraciones de Donald Trump en septiembre de 2017, cuando señaló que no descartaba la opción militar contra Venezuela Bolivariana.

5. La movilización de efectivos militares de Brasil a la frontera tras recientes maniobras militares realizadas entre el ejército de Brasil en gobierno del neoliberal Temer, junto a fuerzas militares de EEUU en la amazonia cercana a la frontera con Venezuela. La excusa es la supuesta crisis humanitaria que está lejos de parecerse a la que hemos visto en otros puntos del planeta en situaciones de crisis económica, hambruna y guerras civiles. La matriz de crisis humanitaria es la que promueve y a la vez explota el imperio como factor de alineamiento de opinión de cara a ganar apoyos a una invasión o ataque militar contra Venezuela Bolivariana en los próximos tiempos.

6. La salida de Colombia de UNASUR y la utilización de falsos positivos militares por parte del estado de Colombia, su gobierno y fuerzas armadas, pretendiendo culpar al gobierno de Venezuela de la supuesta realización de vuelos de naves venezolanas sobre territorio colombiano, lo cual ha sido desmentido por el gobierno de Venezuela.

7. El arribo del barco hospital Comfort de la Naval de EEUU bajo la excusa de atender la crisis humanitaria creada por el gobierno de Venezuela. La presencia de este barco coincide con la realización del ejercicio UNITAS de EEUU, Colombia, Brasil, Perú y fuerzas navales de otros países, en aguas cercanas a las venezolanas. Eso será en la primera semana de septiembre de este año 2018.

En el mes de noviembre Trump visitará primero a Colombia y luego a Argentina en el marco de la Cumbre G20. Dichas visitas, especialmente la primera, tendrán a Venezuela como objetivo fundamental de la política exterior de EEUU en la región y puede ser usado como preparativo de una escalada de agresión contra Venezuela, incluso, militar.

8. La estimulación de la migración venezolana por países de la región gobernados por partidos de derecha, ofreciendo status especiales de trabajo y residencia a los venezolanos para que emigren de su país, pero al mismo tiempo, explotando el efecto humano de sus propios llamados como demostrativos de una crisis humanitaria que impacta negativamente a los estados de la región.

9. La puesta en ejecución de procesos desestabilizadores en países del ALBA como Nicaragua y Bolivia, con el objetivo de restar aliados a Venezuela y debilitar la posición de lucha antimperialista en América Latina. Cabe mencionar también la hostilidad del gobierno de Trump y su sabotaje a la distensión de los últimos años.

10. La progresiva traición “poco a poco” de Lenin Moreno al frente del Ecuador, reflejada en la salida de Ecuador del ALBA, el cierre de la sede de UNASUR y la participación de Ecuador en los ejercicios militares UNITAS junto a fuerzas navales de EEUU. Esto luego de que durante los años de gobierno de Rafael Correa se retiró de estos ejercicios combinados.
Contra estas acciones contrarrevolucionarias contra la soberanía de Venezuela, cabe la unidad del pueblo venezolano en torno a la defensa de las medidas del proceso revolucionario en materia de la guerra económica de la oligarquía y de imperio, cuyos primeros resultados positivos ya se empiezan a percibir.

En el campo militar, los revolucionarios de Venezuela, su pueblo y gobierno, sabrán dar los pasos necesarios en la arena nacional e internacional (diplomática y militarmente) en rechazo a la injerencia del imperialismo y en función a la defensa de su independencia nacional e integridad territorial. Por respeto a la soberanía de Venezuela y a la prudencia táctica, me allano a ese planteamiento.

Hago énfasis especial en los solidarios. A nivel internacional, nos corresponde a los movimientos populares en oposición política de lucha de clases, accesar al poder de los estados en manos de la derecha oligárquica, y de esa forma, acrecentar el fortalecimiento del campo antimperialista latinoamericano. Paralelamente y como parte de ello, arreciar la vigilancia, la denuncia y la organización de la Solidaridad para contrarrestar los planes del imperialismo y neutralizar todo intento de los gobiernos del Pacto de Lima, entre ellos el panameño, de ser partícipes de cualquier agresión militar del imperio contra la República Bolivariana de Venezuela.