Por Alberto Velásquez
Periodista y relacionista público
Hubo una vez, un asesor presidencial que tuvo la brillante idea de repartir unos relojes que marcaban las horas y los días que le faltaban al presidente para terminar su mandato. Han transcurrido varios años y el grupo de periodistas que recibió el reloj todavía se pregunta cuál fue el propósito masoquista de semejante regalo. Ese asesor presidencial propuso a su jefe la privatización del Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (IDAAN).
Recientemente, ese asesor7u777 dijo en un programa de televisión que los grupos que protestan contra el contrato minero son unos cuantos y no representan un porcentaje significativo de la opinión de los varios millones que conforman la población panameña.
Si lo pudo decir sin ningún desparpajo frente las cámaras, quizás con mayores argumentos y su verborrea, ha debido convencer al presiente de la República, Laurentino Cortizo Cohen, para que se mantenga oculto, callado, ciego, y con los oídos sordos, convencido de que la cantidad de jóvenes y adultos en las concentraciones y las marchas son apenas ”unos cuantos gatos” que no son representativos.
La gran mayoría de los ciudadanos de este país, de todos los sectores, desde los más humildes hasta los mas encopetados se sienten molestos, insatisfechos y totalmente decepcionados de haber elegido a una persona para presidente del país, que no se atreve, no tiene el coraje, para enfrentarse a las realidades de la nación que representa.
Ese asesor, quizás coordinó con otros personajes, algunos de los cuales fueron ministros de Estado con toda la parentela nombrada con altos salarios, quienes defienden el contrato a ultranza. El mencionado asesor tiene convencido al presidente de que los que protestan cada vez serán menos y que se disipará el enorme enojo popular que desde hace rato se tiene contra el manejo del gobierno, y la aprobación a escondidas del contenido de un contrato con la empresa explotadora, que no paga impuestos, que continúa explotando la riqueza nacional y contamina el ambiente
Los asesores presidenciales han contribuido a que todas las críticas se dirijan al presidente, como principal culpable de los cientos de millones de dólares que se pierden por causa de las protestas contra su gobierno.
Asesores como los que tiene el actual presidente, y que han servido a otros como perfectos escaladores y malabaristas del momento, mejor vayan desapareciendo porque la visión que se proyecta a corto plazo es como para que vayan haciendo sus maletas.
