Redacción Bayano digital
Ningún país que abandone a la niñez, tiene asegurado su futuro. Transferir la responsabilidad del Estado en la custodia de niños, niñas y adolescentes a fundaciones y grupos privados, aumenta el riesgo de vulnerabilidad y la incertidumbre sobre el futuro de la niñez victimizada.
El estallido de escándalos de abusos físicos, sexuales y psicológicos cometidos contra la niñez en albergues de mala muerte en Panamá, ha volcado a las calles a los movimientos sociales para exigir justicia e impedir el encubrimiento de casos de pedofilia, abandono y castigos inhumanos.
La falta de una estrategia integral y coherente para garantizar el amparo efectivo de la población infantil, apunta a la necesidad aplicar altos de estándares de seguridad, en medio de una crisis que demanda la intervención del Estado.
Ha llegado la hora de poner fin al oprobio que representa la certificación de albergues infantiles convertidos en depósitos humanos, en los que no se respeta la dignidad de seres frágiles e indefensos. Una nueva directriz del gobierno debe emerger de los escándalos de abusos intolerables.
La niñez panameña es un tesoro que debe ser preservado a través de una estrategia funcional. Las autoridades panameñas no deben ser cómplices del horror, Por ello, necesitan rendir cuentas en forma transparente, sobre el cumplimiento de la Justicia en los casos de abusos contra la población infantil y adolescente.
Bayano digital se une a los voces sensatas de quienes exigen una investigación profunda y reclaman un debate sobre el papel rector del Estado en esta materia sobre familia, niñez y adolescencia.
