Proliferación de comidas y bebidas contaminadas amenaza a consumidores panameños

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Pedro Acosta, dirigente de Uncurepa, denuncia el incumplimiento de normas sanitarias. (Foto Bayano).

Proliferación de comidas y bebidas contaminadas amenaza a consumidores panameños

  • La venta de leche y carne panameña a las antiguas bases estadounidenses tuvo que ajustarse a rigurosos controles, pero los avances en el Código Sanitario son afectados por establecimientos que incumplen las medidas de higiene.
  • Es necesario redoblar esfuerzos para prevenir las infecciones de origen alimentario en Panamá, con el objetivo de asegurar la calidad a los consumidores y reducir el riesgo de las intoxicaciones por la ingesta de comidas y bebidas.
  • Para abaratar costos, algunos negocios reutilizan el aceite quemado en las preparaciones de productos. Esa práctica induce obesidad, envejecimiento prematuro, diabetes, hipertensión e, incluso, cáncer, revelan diversos estudios.

Por David Carrasco

La salud de los consumidores panameños, está cada vez más amenazada por el “relajamiento” en la supervisión de las disposiciones previstas en el Código Sanitario vigente, denunció el secretario general de la Unión Nacional de Consumidores y Usuarios de la República de Panamá (Uncurepa), Pedro Acosta.

El dirigente de Uncurepa en conversación con Bayano Digital, sobre el arribo al mercado de franquicias y el negocio de comidas preparadas, así como de elementos que venden comidas y refrescos elaborados en forma antihigiénica. En sus declaraciones fustigó la inacción oficial contra ambientes en los que proliferan virus y bacterias, y son responsables de intoxicación, gastritis, hepatitis, del aumento de casos de salmonelosis y cáncer de estómago.

Recalcó que “en los últimos años, se ha relajado la supervisión de las disposiciones sanitarias en restaurantes y fondas, y en puestos ambulantes”. Adujo que “las disposiciones son buenas”, pero el incumplimiento es notorio, debido a la forma en que esos negocios son autorizados a operar. “El último en darse cuenta de ello, es el Ministerio de Salud, cuando debería ser el primero”, acotó.

En 2015, Acosta detectó a un puesto callejero en el populoso distrito de San Miguelito, en el que eran vendidos quesos elaborados en Centroamérica. Llamó a la oficina correspondiente para denunciar ese hecho, ya que en los países centroamericanos muchos quesos no son elaborados con leche pasteurizada y pueden ser el vehículo para la contaminación por brucelosis. Pero los inspectores de Salud tardaron un año en tomar acciones tras la denuncia.

La brucelosis es una enfermedad infecciosa del ganado caprino, vacuno y porcino que se transmite al hombre por la ingestión de sus productos, en especial los derivados lácteos. Es de larga duración y se caracteriza por fiebres altas y cambios bruscos de temperatura.

Las amenazas no sólo provienen del consumo de quesos de dudosa procedencia, sino de la mala manipulación de alimentos y de la preparación de productos en los que son utilizados aceites recalentados una y otra vez, por varios días. En este grupo, figura la denominada “comida chatarra”, en la que todo es frito, grasoso, poco nutritivo, pero muy dulce o salado, lo que termina afectando la salud de la población, y predispone a la diabetes.

La libre importación de productos en un mercado global ha contribuido al comercio de todo tipo de platillos, snacks y golosinas que no siempre reúnen los mejores requisitos sanitarios.

Roedores y alimañas

En las cocinas de restaurantes, incluso algunos de lujo, fondas y puestos callejeros, las autoridades de salud han hallado a roedores, cucarachas y condiciones que causaron sanciones y advertencias para reducir el riesgo de leptospirosis, una enfermedad seria, causada por el consumo de comida salpicada con excretas de vectores.

En 2015, el director regional de Salud en el distrito de San Miguelito, Juan Bieberach, confirmó que hubo más de 10.200 casos de diarrea, debido al consumo de agua y alimentos contaminados, lo que tiene impacto económico a través de las incapacidades, la improductividad laboral y el aumento de las hospitalizaciones.

Fondas insalubres donde incluso, había criaderos de mosquitos, aceites reutilizados, falta de suministro de agua potable, fueron cerradas el 6 de julio de 2016, tras un operativo de la Región de Salud de San Miguelito en La Gran Estación. Pero el problema persiste y forma parte de una historia sin fin.

Cierran un restaurante insalubre en Panamá Oeste.
Cierran un restaurante insalubre en Panamá Oeste.

Acosta advirtió que cuando las anomalías son detectadas y las autoridades actúan, las medidas aplicadas llegan a ser “insuficientes”, porque se diluyen en procedimientos burocráticos y una sanción leve, que aumenta cuando el responsable del negocio es reincidente. “Sin embargo, no se sanciona verdaderamente en cuanto al daño causado a la salud de la población”, enfatizó.

“Consideramos que los dueños de negocios o los que atentan o causan daño a la salud de las personas, por el mal manejo sanitario, deben ser sancionados al máximo. Lamentablemente, siempre hay instancias que evitan la certeza del castigo y la Salud Pública pasa a segundo plano, y se queda solo en los titulares de las noticias”, puntualizó el dirigente de Uncurepa.

Acosta resaltó, que “nuestras leyes y disposiciones sanitarias son muy buenas, pero la incertidumbre consiste en que no se cumplen, ni se hacen cumplir como debe ser”. Adujo que atentar contra la salud de los panameños es algo muy serio y no debe quedar impune.

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