Por Jairo H. Pertuz S.
Periodista y analista internacional .
La historia sigue repitiéndose en Panamá, sometida a la subordinación de Estados Unidos, manipulada por un pequeño grupo de elite sociopolítica interna que desinforma y distorsiona desde la educación primaria y secundaria, manteniendo a la mayoría de la juventud en la ignorancia y en la desesperanza, y en el clientelismo económico-político al resto de la población en este país.
Resulta increíble que Panamá venga manteniendo tan bajos los índices de desarrollo humano, en gran medida, gracias a los nombramientos de personas incapaces y sin la formación ni experiencia adecuada para los cargos que han sido nombrados.
En este país, como en la mayoría de países verdaderamente americanos, las desigualdades dan vergüenza y mantienen a la población en un estado de lastima e ignorancia, donde los vicios, el crimen y la corrupción aumentan con cada gobierno. Todo ello es aprovechado por las elites sociopolíticas internas y el injerencismo ruin de la cofradía internacional liderada por la extrema derecha.
La clase política panameña ha demostrado una vergonzosa subordinación a las políticas nefastas de Estados Unidos, que no son impuestas por el pueblo estadounidense sino por gobiernos ilegítimos, pues no es el pueblo de ese país con sus votos el que decide quien gobierna ese país, sino un llamado Colegio Electoral, que no elige ese pueblo, llegando al colmo de que es un país sin nombre y que sólo viene contando con dos partidos políticos que están integrados por una misma clase de gente.
En otras palabras, son ”los mismos con las mismas”, como decía Gaitán, ese gran líder de masas colombiano vilmente asesinado, como otros tres lideres candidatos presidenciales de ese hermoso y rico país suramericano, y como han sido asesinados otros presidentes y líderes de masas en América y otras partes del mundo, para mantener su hegemonía e intereses el líder de gobiernos de derecha del mundo.
¿Hasta cuando será ese calvario, Señor del universo?