Los negros trajeron claridad a la lucha social en Panamá
- La población afropanameña ha alcanzado notables avances en lucha por los derechos sociales, al haber enfrentado con coraje la discriminación racial y la xenofobia, y busca nuevos espacios de participación democrática.
- Hoy, las actuales generaciones no identifican como ofensivas las expresiones de “chombo”, “nigger” y “wakuko”, usadas en tiempos del “Gold Roll” (nómina de oro) y el “Silver Roll” (nómina de plata) en la antigua Zona del Canal.
Por David Carrasco
Los afropanemeños, que en el siglo XX lucharon contra diversas formas de discriminación racial, incluido el modelo segregacionista del “Gold Roll” (nómina de oro) y el “Silver Roll” (nómina de plata) implantado en la antigua Zona del Canal de Panamá, avanzan hacia el reconocimiento de los derechos ciudadanos.
Así lo señaló a Bayano digital el sociólogo, cineasta, docente universitario y escritor Gerardo Maloney, tras ser abordado sobre la importancia de la celebración, en mayo, del Mes de la Etnia Negra, que apela a la historia y al reconocimiento de la herencia cultural.
Maloney recordó que en las anteriores y actuales generaciones de afrodescendientes ha permanecido vivo el legado de los cimarones africanos Felipillo, Bayano y Antón Mandinga, quienes se resistieron a vivir sometidos y encadenados por los esclavistas europeos, y se alzaron en busca de la libertad en tierras panameñas.
Añadió que durante la construcción del Canal de Panamá, también hubo resistencia de afrodescendientes, como lo demuestra la histórica huelga de reivindicación laboral y contra el racismo, dirigida en 1920 por William Preston Stoute y Samuel Innis. Ambos dirigentes exigieron una vida digna para los trabajadores negros maltratados y empobrecidos por un sistema discriminatorio.
Según el Censo de 2010, el 9,2 por ciento de la población de Panamá se declaró a sí misma afrodescendiente. Pero, estudios sobre el genoma humano revelan que en sus casi cuatro millones de habitantes hay una contribución genética indígena de 39,7 por ciento, africana de 32,9 por ciento y europea de 27,4 por ciento.
Maloney indicó que tras la articulación de la década de 1970, de los movimientos Acción Reivindicadora del Negro Panameño y Unión Nacional del Negro Panameño, el tema relativo a la discriminación fue colocado en una fase cualitativamente distinta, en coincidencia con el desarrollo del proceso político integrador del Torrijismo, que privilegió la lucha por la soberanía y la liberación nacional.
“Hoy, de lo que se trata, es legitimar la necesidad y el derecho de políticas públicas que incluya a todos los sectores, respetando la diversidad étnica, la particularidad cultural, pero reconociendo los derechos que como ciudadanos y como pueblo tienen esos componentes raciales que conforman la nación panameña”, acotó.
El investigador social reseñó que el Plan de Durban, adoptado por consenso en el 2001, en la Conferencia de las Naciones Unidas contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia, obliga a eliminar la exclusión que impide el desarrollo de un Estado democrático pleno. Aclaró que “la democracia no es sólo el derecho a votar, sino a que se reconozca justamente a los pueblos que conforman las naciones”.
Maloney resaltó que la Alcaldía de Panamá y la Universidad de Panamá hayan lanzado conjuntamente el programa cultural y académico “África en América”, para generar y cruzar información a favor de políticas públicas que ayuden a visibilizar a los afrodescendientes y garantizar sus derechos. Sin embargo, cuando se le preguntó si ha sentido ese mismo respaldo en la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), el docente guardó un prolongado silencio.
A su vez, la vicealcaldesa y afropanameña Raisa Banfield dijo a Bayano que con miras a la celebración de los 500 años, que se aproximan en 2019, “es importante para la Alcaldía enfocar esa celebración hacia los grandes aportes de toda la sociedad, particularmente los que no han tenido su merecido reconocimiento”.
Banfield aseguró que “en Panamá está la concentración de la biodiversidad”, y “la concentración de la biodiversidad humana, una mezcla de razas y culturas desde que surgimos como istmo, que se refuerza luego con la colonización y el proceso de construcción transístmica” para moldear el perfil de la sociedad panameña y garantizar el derecho y el respeto de todos los ciudadanos.