Los ex se juntan para apoyar a Lula

Por Martín Granovsky | Página 12, Argentina

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En un gesto con pocos precedentes mundiales, un grupo de 15 líderes con peso dentro y fuera de sus países firmó un manifiesto que dice: “Estamos con él y estamos seguros de que la verdad prevalecerá”.

Mientras la jueza de San Pablo María Priscilla Veiga Oliveira piensa si acepta o no el pedido de prisión para Lula elevado por los fiscales, el ex presidente consiguió un sólido respaldo de 15 líderes internacionales que ya no ocupan espacios de poder pero conservan influencia dentro y fuera de sus países.

“Lula no se considera por encima de las leyes ni está por encima de las leyes”, dice el texto. “Pero tampoco puede ser objeto de injustificados ataques a su integridad personal”.

Entre los firmantes figuran dos ex presidentes argentinos, Cristina Fernández de Kirchner y Eduardo Duhalde. Luiz Inácio Lula da Silva gobernó entre el 1ª de enero de 2003 y el 31 de diciembre de 2010. Su mandato coincidió con el último tramo de Duhalde y con los de Néstor y Cristina Kirchner. Con los tres armó una buena relación política y personal que resistió el paso del tiempo e incluso la ruptura entre el kirchnerismo y Duhalde en 2005.

“Durante varias décadas Luiz Inácio Lula da Silva se destacó como sindicalista, luchador social, fundador y dirigente del Partido de los Trabajadores”, dice el texto que fue difundido anoche en Brasilia.

“Electo presidente de la República en 2002, Lula llevó adelante un ambicioso programa de cambio social en Brasil, que sacó de la pobreza y de la miseria a millones de hombres y mujeres”, señala el documento. “Su política económica permitió la creación de millones de empleos y una extraordinaria elevación en el ingreso de los trabajadores”.

Sigue de este modo: “Su gobierno profundizó la democracia, estimulando la diversidad política y cultural del país y la transparencia del Estado y de la vida pública. El Ejecutivo, el Ministerio Público y el Poder Judicial pudieron realizar investigaciones de actos de corrupción eventualmente ocurridos en la administración directa o indirecta del Estado”.

También señala el texto que “preocupa a la opinión democrática, mientras tanto, la tentativa de algunos sectores de destruir la imagen de este gran brasileño”.

Tras la frase según la cual el propio Lula no cree estar por encima de la ley, cierra así: “Estamos con él y estamos seguros de que la verdad prevalecerá”.

Los otros firmantes, además de los dos argentinos, son los ex presidentes Carlos Mesa (Bolivia), Ricardo Lagos (Chile), Ernesto Samper (Colombia, también secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas), Mauricio Funes (El Salvador), Manuel Zelaya (desplazado en 2009 por golpe en Honduras), Martín Torrijos (Panamá), Nicanor Duarte Frutos (Paraguay), Fernando Lugo (también de Paraguay, desplazado por un golpe parlamentario), Leonel Fernández (República Dominicana) y José Mujica (Uruguay).

Junto a ellos, suscribieron el documento dos europeos. Uno de ellos es el poderoso Felipe González, ex presidente del gobierno español entre 1982 y 1996 y secretario del Partido Socialista Obrero Español entre 1974 y 1997. González es un lobbyista activo y tiene relación con el magnate mexicano Carlos Slim. Suele viajar a países de América latina y acostumbra polemizar públicamente con el presidente venezolano Nicolás Maduro. El otro europeo es Massimo D’Alema, del Partido Democrático actualmente en el gobierno. D’Alema fue primer ministro entre 1996 y 1998 y canciller entre 2006 y 2008.

Otra figura de peso que firma el documento es un chileno, José Miguel Insulza, ex ministro del Interior de Chile y ex secretario general de la Organización de los Estados Americanos durante diez años, de 2005 a 2015.

Lula había venido recibiendo el apoyo de presidentes en ejercicio, entre ellos del boliviano Evo Morales, del ecuatoriano Rafael Correa y de Maduro.

“Lula será tan grande como Nelson Mandela si lo meten preso”, dijo Maduro.

“Acabo de hablar con Lula para expresarle nuestra solidaridad”, tuiteó Correa ayer al mediodía. “Lula es un guerrero y vencerá esta nueva canallada. ¡Latinoamérica te abraza!”.

También, la Secretaría General de Unasur tuiteó que “reitera su llamado al respeto de la dignidad y el derecho a la legítima defensa del ex presidente”.

Las reacciones siguieron a la presentación del fiscal Cassio Conserino, quien pidió la prisión preventiva para Lula aun antes de comenzar la investigación judicial, un hecho infrecuente en Brasil que se suma a otro: el viernes 4 de madrugada el ex presidente fue llevado por la fuerza a prestar declaración en oficinas del aeropuerto de Congonhas, el más pequeño de San Pablo.

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