Por Virgilio Cerrud
Sociólogo y docente universitario
Miembro de la VT – COLECTIVO BAYANO
Si fuimos capaces de sentar al gobierno de Laurentino Cortizo y arrancarle las soluciones a los problemas presentados en el 2022 y en el 2023, podremos hacerlo en el futuro inmediato.
La lucha popular permitió que la Corte Suprema de Justicia declarase la inconstitucionalidad del contrato minero. Hoy, tenemos la autoridad moral, la fuerza y la razón para advertir al gobierno proempresarial y a sectores de la empresa privada parasitaria, que han tenido al Estado panameño como su arca personal y que deben el debido respeto a ese patrimonio que pertenece a quienes producen riquezas (los trabajadores).
Es necesario traer a la memoria de los líderes de los sindicatos, gremios, movimientos sociales y de defensa de las comunidades; los campesinos, los jubilados y pensionados, los ambientalistas, los pescadores de la Costa Abajo de Colón, las amas de casa, la juventud estudiosa y desocupada, dos eventos que ayudaron a avanzar en la búsqueda del bienestar y las alianzas de sectores populares, de las capas medias, de los pequeños, medianos productores y empresarios:
1. La mesa de diálogo en Penonomé, en 2022, fue instalada luego de las presiones que ejercieron sectores organizados de trabajadores, campesinos, docentes, pueblos originarios, luchadores sociales, jubilados, desocupados, la juventud estudiosa y sectores en defensa de las comunidades, a través de manifestaciones, bloqueo de calles, vigilias y movilizaciones pacíficas en demanda de soluciones a una serie de problemas que se agudizaron durante la pandemia de COVID 19 y que no encontraban en el gobierno de Cortizo respuestas. En esa mesa, fueron abordados problemas como el alza del precio combustible y la canasta básica de alimentos, pero no hubo voluntad política del gobierno para implementar las soluciones previstas.
La UNIDAD del movimiento social/popular y la presentación de propuestas responsables, viables y unificadas, demuestra los niveles de madurez que viene alcanzando el movimiento social/popular panameño para lograr beneficios que lleguen a toda la población afectada.
2. El segundo evento que puso en jaque al desgobierno de Cortizo y a las gavillas de corruptos apoyadas por la burguesía financiera parasitaria y las transnacionales cono First Quantum Minerals, fue la lucha en las calles contra la minería a cielo abierto.
Las movilizaciones que de manera unitaria fueron realizadas a lo largo y ancho del territorio nacional, demuestran que el pueblo va adquiriendo conciencia en defensa de sus riquezas patrimoniales, en este caso minerales. El siglo pasado es rico en experiencias de movilizaciones unitarias. El mejor ejemplo de ello son las jornadas para la recuperación del canal interoceánico y la eliminación de las bases norteamericanas en Panamá.
Pese a las masivas movilizaciones en contra de la minería, el gobierno de Cortizo impuso con la colaboración Asamblea del “¿qué hay pa’ mí?, el nefasto contrato minero. Ese hecho no amilanó a los sectores opuestos a la minería a cielo abierto. De hecho, se intensificó la lucha hasta el grado de que la Corte Suprema de Justicia declaró inconstitucional el contrato minero, debido a la violación de 25 artículos de la Constitución Nacional.
Traigo a la palestra pública esos dos significativos eventos, ya que señalan el camino para alcanzar los objetivos propuestos y exigir el respeto que merece el pueblo soberano, al demandar soluciones viables a los problemas que no sólo afectan al panameño como ser humano, sino la dignidad y la soberanía.
Por último, es necesario llamar la atención sobre el caso de las pretendidas reformas a la CSS, por parte del gobierno proempresarial del presidente Mulino. A los trabajadores de las empresas privadas e instituciones del Estado, jubilados y pensionados, centrales obreras, gremios docentes, médicos y distintas ramas de profesionales les corresponde seguir el ejemplo de los dos eventos mencionados.
Organicémonos, movilicémonos en UNIDAD y presentemos de manera UNITARIA la propuesta que dignifica a los trabajadores y contribuya a que las siguientes generaciones de panameños y panameñas tengan la posibilidad de jubilarse sin ningún tipo de trauma.
Las medidas paramétricas y estructurales que grupos económicos retardatarios pretenden imponerle a Panamá, sólo benefician al sector empresarial parasitario, que se aprovecha de los recursos de la CSS. Ya es hora de que los trabajadores hagan sentir su voz y que no sean los sacrificados o explotados del sistema.
Organización, movilización y propuesta UNITARIA. ¡Así de sencilla es la cosa!
¿Hay una mejor alternativa que la privatización o tercerización, o concesión regulada, como queramos llamarla, de los servicios para solucionar este problema del desabastecimiento de medicinas e insumos médicos que durante decenios ha condenado a miles de asegurados al robo, engaño, sufrimiento y muerte, sin rendición de cuentas por los responsables? Exigimos conocerla.