Ideas para frenar abusos en el gobierno de turno

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José Raúl Mulino, en una pose amenazante.

Por Rafael García Denvers
Coordinador de Vanguardia Torrijista (VT)

Señor presidente de Panamá, José Raúl Mulino:

Somos hombres y mujeres con inteligencia y respeto propio. No lo olvide jamás.

Señor presidente: algún especialista de las técnicas de mercadeo y proyección de imagen, alguien conocedor de su trabajo, le sugirió copiar la ”muy buena idea” de organizar una conferencia semanal para ventilar diversos temas y, de esa forma, establecer lo que aparentemente podría llamarse un diálogo con el pueblo.

La persona que le recomendó ese procedimiento, tuvo y tiene mucha capacidad de persuasión. Pero, para poder mejorar la imagen mediante la utilización de las herramientas mediáticas, el actor principal debe cooperar en ese esfuerzo.

Es una lástima que en su característica conformación mental (la cual podría ser llamada tremendamente egocéntrica), no se da cuenta de que el diálogo con las personas conlleva saber respetar a los demás. Muy eventualmente, muy raramente, parece ser recordado.

Tenemos claro que Usted responde a los intereses del Capital Financiero. Lo ha reiterado suficientemente y, en el último conversatorio, dejó en claro la dependencia psicológica a la bandera de las barras y las estrellas y su agradecimiento por la destrucción y asesinato de panameños en aquel aciago 20 de diciembre de 1989, sin olvidar a los colonenses y los pueblos originarios, quienes cayeron en la lucha contra la denominada “Ley Chorizo”. No es necesario explicar más.

Le agradeceríamos que, por el bien de este país, cuide sus palabras y epítetos cuando se refiera a los patriotas que defienden el derecho a la vida contra depredadores, que al parecer cuentan con apoyo oficial para acumular riquezas.

Usted irrespeta el trabajo, la personalidad, el esfuerzo y el derecho a vivir dignamente de los compañeros, el movimiento social y las luchas que son en buena parte los cimientos de esta nación.

La lucha contra la mina y la minería a cielo abierto no es una lucha contra la empresa privada, ni contra una empresa minera. Es la lucha por la defensa de la vida, la protección del medio ambiente, la defensa del ser humano. Estamos convencidos de que la mina se convierte en un elemento contrario a esas metas humanas. Por ello, conviene reseñar que no somos ni delincuentes ni narcotraficantes, y tampoco aceptamos ser encasillados como anti gobiernistas.

Nuestra razón de ser, en última instancia, es la defensa de la patria que Usted parece interesado en poner en venta. Sus mensajes, emitidos en cadena nacional los jueves xe cada semana, deben tener la motivación adecuada y sintonizar las ideas con las necesidades del pueblo y el desarrollo integral de la nación panameña. El resto de la conferencia debe de promover la condición de diálogo que genere un espacio tranquilizador y de rendición de cuentas de las instituciones que conforman su gobierno.

Recuerde al movimiento social, a sus dirigentes y, particularmente, las opiniones, que buscan la prevención oportuna de males posteriores. Para cualquier ser inteligente y honesto, es justo promover la búsqueda del bienestar colectivo y del cuidado de la casa común, como la ha denominado el Papa Francisco. No somos delincuentes y ello debe ser caramente comprendido y aceptado por la administración de turno.

La coincidencia de principios ha permitido la cohesión de los denominados ”Guerreros del Mar” (lancheros que defienden la soberanía nacional), los campesinos que habitan en el distrito de Donoso, en la provincia de Colón, los estudiantes, los sindicatos, el movimiento barrial, los ecologistas, los intelectuales, los gremios. Todos reconocen la necesidad de luchar a favor de un futuro mejor para la patria y sus habitantes.

Cuide su vocabulario, presidente, y no caiga en el error de confundirnos con delincuentes. Respete, para que sea respetado. Cuando se dirija los jueves a la nación, sea prudente y hable primero con la verdad. Segundo, describa los hechos tal como son.

Respeto es lo que merecen quienes escuchamos y observamos a un mandatario como Usted.

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