Por Marco A. Gandásegui, hijo
Profesor de Sociología de la Universidad de Panamá e investigador asociado al Centro de Estudios Latinoamericanos (CELA)
La toma de posesión del nuevo presidente norteamericano, Donald Trump, nos enfrenta directamente al nuevo mundo creado por la propaganda de los gobiernos “occidentales”, sobre el “terrorismo islámico”. Recientemente, el filósofo norteamericano Andre Vltchek respondió a varias preguntas sobre el fenómeno. Es autor del libro Terrorismo occidental. El discurso de Trump sobre el terrorismo es la continuidad de una realidad impuesta por las potencias del occidente europeo, comenzando en España y culminando en Inglaterra y su hija transatlántica, EEUU.
Según Vltchek, “durante varios siglos, Occidente saqueó el mundo, militar y económicamente”. Para “legitimar” sus crímenes, fabricó un sistema de propaganda extremadamente complejo y eficaz, imponiendo su “lógica” y sus dogmas culturales al resto del mundo. Se hizo con tanta persistencia y habilidad, que todos los demás relatos desaparecieron.
“Es una tragedia, porque varias culturas conquistadas eran claramente superiores y mucho más humanistas que Occidente. El resultado es que el desarrollo natural y lógico del mundo ha sido descarrilado, incluso aplastado. Solamente los dogmas occidentales prevalecieron, trayendo el desequilibrio, la confusión y la frustración al mundo”.
A Vltchek se le preguntó, ¿qué piensa de los discursos de “guerra contra el terrorismo” por parte de los líderes occidentales? Respondió que “el terrorismo es esencialmente lo que los imperios occidentales han utilizado contra el resto del mundo. Fíjese en el mundo musulmán: históricamente, el Islam ha sido muy progresista y socialmente orientado. La primera universidad pública, los primeros hospitales públicos – todo estaba en el mundo musulmán.
“Incluso, después de la Segunda Guerra Mundial, los países musulmanes se inclinaban hacia el socialismo. Por lo tanto, tenían que ser descarrilados, arruinados y “radicalizados” por Occidente. EEUU y sus aliados destruyeron a los tres estados progresistas del mundo musulmán más importantes: Irán, Egipto e Indonesia. Luego utilizó a Afganistán y Pakistán como intermediarios en su guerra contra la Unión Soviética, destrozando a esos dos países también”.
Vltchek propone que se eche un vistazo al pasado colonial para entender el presente neocolonial. Occidente ha estado fabricando directamente el “terrorismo islámico”. Tomando prestado, aparentemente, de Eduard Said, nos recuerda que “Occidente no puede existir sin Oriente”. Así creó un enemigo (“los musulmanes”) –“realmente poderoso– de la nada, y atormentó a todos los países musulmanes en el proceso. Recientemente, en Teherán, dos grandes filósofos me dijeron que Occidente realmente creo, en muchos lugares, una religión totalmente nueva, nada en común con el Islam”.
El filósofo se refirió al llamado “choque de civilizaciones”, figura utilizada por la extrema derecha norteamericana. Con la llegada de Trump a la Casa Blanca, ¿han logrado su objetivo estos sectores políticos? “Sí, está ocurriendo, según Vltchek, pero los culpables no son sólo los neoconservadores, sino también los llamados liberales. Hay y habrá un gran choque de civilizaciones, pero ocurrirá bajo diferentes estandartes y con una lógica diferente de la que está siendo promovida por los ideólogos occidentales”.
También se le pregunto a Vltchek, ¿cómo deben las fuerzas progresistas abordar las cuestiones relativas a la identidad cultural y a los conflictos étnicos en el siglo XXI? ¿Es la visión eurocéntrica una gran trampa para aquellos que tratan de entender y cambiar el mundo? “La izquierda occidental perdió de lleno y de manera patente, responde el filósofo. La esperanza está ahora en América latina y Asia, y unos pocos países de África. La izquierda occidental, creo, debería dejar de ser “purista” y apoyar lo que todavía queda en este mundo, en lugar de definir “quién es un verdadero marxista y quién no es”. La lucha principal, ahora, debe ser la lucha contra el imperialismo occidental. Conozco el mundo y estoy convencido de que si el imperialismo occidental fuese derrotado, el resto del mundo encontraría una manera de convivir pacíficamente y construir un mundo humano, mucho más amable y compasivo”.
A pesar del discurso en contra del euro-centrismo de Vltchek y su denuncia del imperialismo, se olvida de que desde principios del siglo XIX, la expansión de Occidente ha sido sobre el crecimiento exponencial del capitalismo. Este sistema, en la actualidad, se enfrenta a una crisis. Algunos consideran que la crisis es terminal, otros, que es estructural. El capitalismo dio nacimiento a la clase obrera (asalariada), que también ha crecido (exponencialmente). En última instancia, la “solución final” se producirá en el marco de la lucha entre quienes producen las riquezas (trabajadores) en el sistema capitalista y quienes se apropian de las mismas (capitalistas).