Por Cecilio E. Simon E.
Coordinador General de la Vanguardia Torrijista
En el sepelio del comandante Juan McKenzie, señalé que existen cinco PRD: el de los fundadores, el de la post invasión, el clientelar y el de los que se creen dueños. La emotividad del momento o quizás la prudencia, hizo que no calificara al quinto PRD, el de los diputados.
El partido de Omar, ahora bajo la dirección de los diputados, fue secuestrado por un “cartel” que lo ha convertido en una agencia de empleo. No hay base ideológica que la sustente, ni proyecto de país que reivindique. No se pronuncian ante la coyuntura internacional.
Esos diputados, en su mayoría, son los que dirigen el partido clientelar que crece como hongo. Su ideología es el “qué hay pa’ mi”.
Las reformas, aprobadas a “curul batiente”, solamente aborda en lo sustancial, la limitación de la reelección de los diputados y el empoderamiento de las Concertación Nacional para recomendar la designación de los magistrados.
Cabe destacar que la Ley 20 de 25 de febrero de 2008, Mecanismo de verificación y seguimiento de los acuerdos y Decreto Ejecutivo No. 854 de 24 de agosto de 2010, Reglamentación de la Ley 20 no establecen entre los objetivos y funciones del Consejo Nacional de Concertación para el Desarrollo, proponer reformas a la Constitución ni recomendar nombramientos como pretenden en la reforma constitucional.
Es una “instancia nacional público-privada de participación ciudadana en materia de consulta, verificación, recomendación y propuesta sobre el cumplimiento transparente de los Acuerdos y las metas establecidos en el proceso para la Concertación Nacional para el Desarrollo”.
No se debatió la visión de país 20-50, propuesta por el PRD raizal de los fundadores y de la post invasión. Tampoco se articularon las reformas con la eliminación de la “sexta frontera” planteada por el presidente Laurentino Cortizo.
El grupo de diputados del quinto PRD, que seguramente no leyó el proyecto de país de su partido, cuando aprobó las reformas propuestas por quienes los desprecian y desprestigian (aún más) desde la llamada “sociedad civil”, organizada en torno al llamado Consejo Nacional de Concertación para el Desarrollo.
Ellos sucumbieron y se responsabilizan por las Reformas a la Constitución que no han sido discutidas en el partido, presumiblemente presionados por sus expedientes y la planilla. En palabras de Omar, presionados por el sonido de sus cajas registradoras.
Los principios de la Vanguardia Torrijista reivindican la ética política y la defensa de los derechos humanos. Por tanto, rechazamos todas las manifestaciones contrarias a estos principios expresadas por un diputado del PRD que fomentan la violencia contra el partido.
Principios de la Vanguardia Torrijista
Ético político: Rechazamos todas las formas de corrupción, caudillismo y clientelismo. Luchamos por nuevas prácticas y formas de hacer política, una nueva ética política que se sustenta en la democracia participativa, en principios y objetivos que tributan al proyecto de la Nueva República, solidaria y socialmente justa.
Defensa de los derechos humanos: Nuestra organización defiende de manera irrestricta los derechos humanos, las libertades sociales e individuales fundamentales, la justicia social y la dignidad de los pueblos; el respeto a la diversidad humana, étnica, cultural y de género, y los derechos de los pueblos originarios y los pueblos afrodescendientes.
Definitivamente no hay liderazgo ni principios en quienes nos representan como diputados yse abanderan de PRD es una lástima que se diga que necesitan más plata y el pueblo reclamada justicia social
Cen del PARTIDO dividido por intereses y marcada distancia con el ejecutivo