Por Franklin Ledezma Candanedo
Periodista y escritor del Corinto
Bolivariano: Panamá
Donald Trump, el matón del barrio, desde que tomó posesión del cargo de presidente de EUA, el 20 de enero, 2025 hasta la fecha, no ha dejado de ofender a nuestro país e insiste que retomará el Canal de Panamá, actualizando la nefasta Doctrina Monroe, mientras las esferas oficiales muestran una conducta blandengue, actitud ofensiva a los mártires y héroes de la lucha generacional patriótica.
Vivimos en esta Patria que duele a los verdaderos patriotas, un presente infame que no es invento de los máximos cultores del realismo mágico de la Patria Grande.
Retrocedamos en el tiempo para detectar cómo y cuándo se materializaron esas aberraciones, que le sirven al matón del barrio, para repetir amenazas contra nuestro país.
Es cierto que desaparecieron las bases y la Zona del Canal y que se traspasó la vía acuática a Panamá, pero las condiciones, que el reconocido internacionalista panameño, Dr. Julio Yao Villalaz, considera nulas conforme a la doctrina—al igual que los Acuerdos posteriores a la invasión de 1989 no aprobados por la Asamblea Nacional—mantienen latentes las pasadas y no lejanas intervenciones militares incluidas en la agenda del matón del barrio.
Recordemos que Julio Yao, consejero personal del canciller Juan Antonio Tack, principal responsable de las negociaciones, jugó un papel extraordinario al redactar y darle el toque final a la Declaración Conjunta Tack-Kissinger de 7 de febrero de 1974, hace 51 años, que dio como resultado la firma del tratado del Canal, no así del nefasto y peligroso tratado de neutralidad, tramitado por apátridas al servicio de sus amos, la decadente potencia hegemónica.
Y cuidado si pueden saltar muchas otras liebres en este folclórico y confiado país, donde son públicas y notorias la miseria y la miseria extrema, la muerte por hambre, desnutrición y enfermedades de inocentes fuera y dentro de las comarcas de los hermanos originarios y tantas otras falencias que diariamente golpean a las mayorías irredentas, sin esperanzas ni futuro.
Como si todo lo anterior fuese nada, existen los Acuerdos Post invasión, firmados por quienes no tenían competencia para hacerlo, detallados por Julio Yao Villalaz durante pasada Conferencia, documento que puede leerse en el siguiente enlace:
(http://www.radiotemblor.org/?p=12995.
https://www.laestrella.com.pa/opinion/columnistas/180818/acuerdos-posinvasion-neutralidad)
Radio Temblor
https://www.laestrella.com.pa/opinion/columnistas/180818/acuerdos-posinvasion-neutralidad
Cabe advertir que esos nefastos acuerdos no fueron sometidos a la aprobación o rechazo por parte de la Asamblea Legislativa, conforme lo dispuesto en el numeral 3 del artículo 159 de la Constitución Política de la República de Panamá, y que por ese motivo son nulos.
Acaso son extrañas las reiteradas amenazas del matón del barrio, de cara a esos acuerdos post invasión, que explican, no justifican, la presencia militar norteamericana en Panamá, lo mismo que los repetidos ejercicios militares, se dice que conjuntos ¡FALSO!, mientras el país entero fue y está invadido y masacrado desde 1846, por un imperio genocida en franca decadencia; mientras que muy pocos panameños asumen posturas nacionalistas y tampoco rechazan la condición pusilánime y servil de las esferas oficiales.
¿Quién dice yo en este festivo país, en tiempos en que se nos ofende y ataca, como si no tuviese valor la sangre derramada por héroes y mártires; mientras sólo se escuchan voces aisladas y no se observa la decidida conciencia patriótica unitaria, para enfrentar y derrotar al matón del barrio genocida?
Es concluyente que en este folclórico país nuestro, grupos aislados con dirigentes gremiales vitalicios, no luchan ni defienden la Patria ofendida y sólo hacen manifestaciones en abierta violación a los derechos de las grandes mayorías, cuando peligran sus seudo conquistas, que benefician a pocos, mientras sólo sus afiliados sin rango ni jerarquía se exponen a la muerte, a la cárcel y a la violencia institucionalizada.
Esperamos que los progresistas de la patria grande y universal conozcan estas crudas verdades, para que no haya sorpresas ni sorprendidos, cuando el matón del barrio haga realidad, como ya lo está haciendo, sus criminales amenazas contra todos, inclusive contra sus presuntos amigos y enemigos del mundo entero.