El ejemplo de la juventud del 9 de enero de 1964

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El 9 de enero de 1964, la juventud estudiosa, los trabajadores, los campesinos, los patriotas y el pueblo panameño enfrentaron la brutal agresión de la soldadesca yanqui acantonada en las riberas de la vía interoceánica. Por tratar de Izar el pabellón tricolor nacional en la antigua Zona del Canal, la población inerme, pero valerosa, fue masacrada por las tropas extranjeras.

Luego de 61 años después de aquel cobarde ataque militar, las heridas aún no se cierran, pese a )a vigencia de los Tratados Torrijos-Carter, suscritos en Washington el 7 de septiembre de 1977.

Desde la instalación de los gobiernos producto de la invasión de Estados Unidos a Panamá, en 1989, uno a uno las sucesivas administraciones permitieron que los imperialistas mancillasen la soberanía nacional. Las tropas interventoras tiene los ojos puestos en las riquezas minerales, hídricas y de hidrocarburo de América Latina.

Aunado a ello, negros nubarrones se ciernen sobre el Canal; de Panamá. El delincuente Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, amenaza con tomarse la vía acuática, ya que no tiene las suficientes agallas para enfrentar directamente la guerra comercial, financiera y política que representa el gigante asiático chino y las economías emergentes de países que integran los BRICS, que son genuinos actores del nuevo mundo multipolar.

La tibia respuesta emanada del Palacio de las Garzas, sobre la grave amenaza internacional de Trump, no encontró eco en la mayoría los panameños, menos en los patriotas dispuestos a dar la pelea como Victoriano Lorenzo, los mártires de enero y Omar Torrijos. Pocas semanas antes, el presidente de la República, José Raúl Mulino, declaraba que la frontera del imperio del Norte se extiende hasta el Darién, en suelo panameño. Por ese motivo, el mandatario actual no goza de credibilidad alguna. Al igual que sus antecesores, es evidente su actitud dr entrega al imperio.

Por otro lado, el paquete oficial de reformas a la Caja de Seguro Social (CSS), los planes de la reapertura de la mina en el distrito de Donoso y la polémica propuesta de crear embalses en río Indio, son puntos críticos ligados a las medidas neoliberales de ajuste estructural dictadas por los organismos financieros controlados por los gringos y la burguesía financiera.

La CSS no puede ni debe perder su carácter solidario. Tampoco debe ser sometida a la aplicación de medidas paramétricas, cuentas individuales y la liberación de fondos para que las financieras buitres y parasitarias asalten las reservas de la institución con fines privatizadores.

Está claro que la privatización equivale a dar una puñalada por la espalda al pueblo panameño, como hicieron con la mina en el distrito de Donoso, cuyo leonino contrato de concesión fue declarado inconstitucional. De no haber sido rechazado ese contrato, la compañía First Quantum Minerals estuviera saqueando la riqueza mineral de Panamá y contaminando ríos, quebradas, tierras, mares, flora, fauna y a los los seres humanos.

Por otro lado, los campesinos y pobladores de la región que serán directamente afectados, dijeron NO A LOS EMBALSES. Pese a ello, hay un interés solapado y la terquedad de llevarlo a cabo. La discusión del tema del embalse de río Indio es sólo la punta del Iceberg. El asunto medular que debe ser discutido, es el futuro hídrico en el territorio nacional. Esa discusión debe ser amplia, con la participación de todos los actores sociales, sin exclusión alguna.

En este 61 aniversario de la cobarde agresión militar de Estados Unidos, es necesario defender la soberanía nacional y la neutralidad del Canal de Panamá. Asimismo, hay que denunciar públicamente al imperio norteamericano y sus lacayos internos y externos, entreguistas, vende patria y traidores a los intereses de los pueblos de América Latina.

Hoy, es inaceptable la utilización del territorio nacional para inmiscuirse en los asuntos internos de los venezolanos, acoger a expresidentes corruptos, cuando no condenados por delincuentes para descalificar una elecciones que no llevan el sello de la ”democracia made in USA” en Venezuela.

Inmiscuirse en los asuntos internos de países de la región, es una afrenta a la dignidad de los pueblos latinoamericanos. También lo es la decisión arbitraria de ceder el territorio nacional para agredir a la patria de Bolívar y de Chávez.

A 61 años de la gesta patriótica, el mejor homenaje que se puede rendir a los mártires es organizar al pueblo, movilizarlo y con un proyecto unitario avanzar en para garantizar la verdadera democracia participativa. De igual manera, hay que exigir la no utilización del territorio nacional como rampa para agredir militarmente a otra nación.

¡Frente al imperialismo y sus aliados, la lucha será continua y prolongada!

¡Así de sencilla es la cosa!

Colectivo Bayano VT Colón

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