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La Asamblea fue convocada por Simón Bolívar en la ciudad de Panamá, para crear una federación de países hispanoamericanos independientes. Se desarrolló entre el 22 de junio y el 5 de julio de 1826, y contó con la participación de la Gran Colombia, México, Perú, Bolivia y Guatemala.
Enviaron observadores Gran Bretaña y los Países Bajos, pero no acudió Estados Unidos, que había sido invitado. Se acordó un tratado perpetuo de unión y confederación, la creación de un Ejército interamericano para la defensa común y la renovación bianual del Congreso, al que se podrían sumar otros países.
Debido a las rivalidades entre los distintos países y a la oposición de Estados Unidos, que no deseaba la formación de un sistema de estados federados en América del Sur, los acuerdos sólo fueron ratificados por la Gran Colombia y no tuvieron consecuencias efectivas. Logró reunirse en una segunda ocasión, a convocatoria de México, muy pocos años después.
Antecedentes
Bolívar soñaba con una federación de estados que enlazara a Perú, Bolivia y Colombia con la América Central, encabezada por Guatemala y México por el norte; con Cuba y Puerto Rico libres por el este; y con el Río de la Plata por el sur. Concibió, asimismo una expedición militar para derrocar a Francia de Paraguay y devolverlo a Argentina, así como hacerle la guerra a Brasil si este insistía en agredir a Argentina, de manera que un Brasil republicano se sumara a la unión americana.
Convocatoria
En 1826, con el fin de dar el primer paso hacia su propósito de unidad Latinoamericana, Bolívar convocó el Congreso de Panamá, al que invitó a Venezuela, Colombia, Brasil, Ecuador, Perú, Bolivia, México, Guatemala, Argentina y Chile.
Francisco de Paula Santander, gobernante de Colombia, tomó la iniciativa de invitar a Estados Unidos.
Tema Cuba y Puerto Rico
En los debates del Senado norteamericano en torno al tema, los legisladores esclavistas declararon que uno de los propósitos del Congreso era ayudar a la independencia de Cuba y Puerto Rico y agregaron:
“(…) si las nuevas repúblicas o algunas de ellas intentasen conquistarlas, Estados Unidos consideraría tal empresa opuesta a su política e intereses (…) la fuerza naval de los Estados Unidos, tal cual se halla o pudiera hallarse en lo adelante, estaría constantemente a la mira para salvarlas”.
Con el ánimo de que no se frustrara el Congreso, Bolívar retiró de su agenda el tema de Cuba y Puerto Rico, y Estados Unidos designó a dos delegados no facultados para tomar decisiones, uno de los cuales falleció durante el viaje y el otro llegó cuando el Congreso había concluido.
El Congreso
El 22 de junio de 1826, con la ausencia de Chile, que se excusó, Río de la Plata y Brasil que se abstuvieron, y Bolivia, cuyos delegados llegaron tarde, se reunieron en Panamá representantes de ese país, México, Guatemala, Gran Colombia y Perú. Hubo observadores de Gran Bretaña y Holanda.
El Congreso sesionó hasta el 5 de julio de 1826. Los delegados acordaron un pacto perpetuo de autodefensa y confederación, así como la creación de un ejército y una flota de guerra común, no hacerse la guerra sin un arbitraje previo de la unión, abolir la trata de esclavos y reunirse dos años después en México.
Debido a las rivalidades entre los países Latinoamericanos: Argentina y Brasil por Uruguay; Salvador con Guatemala por la República de América Central; Bolivia en conjura contra Sucre; José de la Mar, en Perú pugnando por arrancar Guayaquil a Colombia y devolver Bolivia a Perú, y a la abierta oposición de Estados Unidos, opuestos a la formación de una federación de estados en América del Sur, los acuerdos sólo fueron ratificados por la Gran Colombia.
El Congreso logró reunirse nuevamente, a convocatoria de México, pocos años después. Eso fue todo, el tratado se disipó sin que México lo ratificara.
Ante tan colosal descalabro, Simón Bolívar exclamó:
“El Congreso de Panamá, institución admirable si fuese efectiva, no es otra cosa que el griego loco que creía poder dirigir a los barcos en el mar desde una roca en la costa”.