FRENTE AMPLIO COLONENSE
COMUNICADO 01/19
SOLIDARIDAD CON VENEZUELA
Ante la nueva arremetida del gobierno de Estados Unidos en América Latina y el Caribe, las organizaciones que integran el Frente Amplio Colonense (FAC) denuncian la campaña de agresión que sufre la República Bolivariana de Venezuela, desde el primer día del triunfo electoral de la revolución venezolana.
La ultra derecha nacional e internacional distorsiona y manipula conceptos como la libertad o la democracia, y utiliza argumentos de los derechos humanos, la ayuda humanitaria y el drama de la emigración para tratar de justificar una invasión a Venezuela. Al mismo tiempo, perpetra un salvaje bloqueo financiero, un feroz sabotaje económico y la amenaza de grupos paramilitares en la frontera entre Colombia y Venezuela, para crear focos de tensión y e instigar conflictos.
Venezuela es blanco de una campaña desestabilizadora que comenzó con manifestaciones antigubernamentales extremadamente violentas (las llamadas ”guarimbas”), antes de pasar al intento de golpe de Estado de febrero de 2015 (la “Operación Jericó”), los ataques económicos contra la moneda venezolana y la orquestación de una ola migratoria que alcanzó a países de la región.
El paso último de esa agresión dirigida desde Washington, es justificar una intervención militar contra la República Bolivariana de Venezuela, pero disfrazada de una intervención humanitaria, con el objetivo de derrocar al legítimo gobierno de Nicolás Maduro, elegido democráticamente en las urnas.
Se resalta en ese plan la maniobra intervencionista de la autoproclamación de Juan Guaidó como “presidente interino de Venezuela” y con ello, se desconoce el legítimo triunfo electoral de Nicolás Maduro, pese a que obtuvo el respaldo de más de seis millones de votantes que ejercieron el sufragio universal, directo y secreto (equivalente a 67,8% de los votos emitidos) en las elecciones del 20 de mayo de 2018. En los comicios, participaron más de nueve millones de ciudadanas y ciudadanos. Los resultados de ese torneo electoral fueron avalados por más de 2.000 observadores y acompañantes electorales nacionales e internacionales, quienes confirmaron la transparencia en el escrutinio.
Esos comicios fueron efectuados de manera adelantada por mandato de la soberana Asamblea Nacional Constituyente, debido a una solicitud expresa de la derecha golpista en los diálogos políticos sostenidos en República Dominicana, entre diciembre de 2017 y febrero de 2018. En los diálogos estuvieron presentes voceros de la oposición venezolana y representantes del gobierno bolivariano.
Para lograr el objetivo desestabilizador, la derecha golpista cuentan con el respaldo absoluto de las multinacionales de la información, que manipulan y mienten sin ningún recato sobre la realidad venezolana, mientras ocultan situaciones más graves en otros países de América Latina, como Honduras, Brasil y Colombia, donde asesinan a líderes de movimientos sociales todos los días.
En el ámbito interno, a excepción de la Asamblea Legislativa de Venezuela, que se encuentra en desacato, todos los demás poderes del Estado reconocen al presidente Maduro. A nivel internacional, Estados Unidos, Canadá y el Grupo de Lima, entre los que se encuentra Panamá, y algunos países de la Unión Europea (UE) reconocen a Juan Güaidó como “presidente interino” de Venezuela.
Sin embargo, la Organización de Estados Americanos (OEA), actualmente cuestionada por una pluralidad de miembros integrados en la Comunidad del Caribe (CARICOM), por su conducción antidemocrática y posición intervencionista) y la UE en su carácter de organismos multinacionales, no reconocen a Juan Güaidó como presidente venezolano. La Unión Africana, organismo regional integrado por 55 Estados, así como Rusia, China, Irán, México, Cuba y Bolivia; y Naciones Unidas reconocen a Nicolás Maduro como presidente constitucional venezolano.
Estados Unidos aplica en Venezuela la doctrina Rumsfeld-Cebrowski para la destrucción de las estructuras estatales en los países de la región. Ese esquema fue utilizado en Siria en 2011, en una agresión externa perpetrada por un ejército de mercenarios. En el caso de Venezuela, la Organización de Estados Americanos (OEA) –cuyo secretario general ya reconoció a Juan Guaidó como presidente– asume el papel que hizo la Liga Árabe en el caso de Siria. El papel de los Amigos de Siria lo asume el Grupo de Lima, que se encarga de coordinar las posiciones diplomáticas de los aliados de Washington en un inaceptable esquema de agresión.
Por su parte, Guaidó interpreta el mismo libreto del jefe de la oposición siria Burhan Ghalioun, un agente colaborador estadounidense que posteriormene fue reemplazado por otros personajes tantas veces que nadie recuerda sus nombres. Guaidó será rápidamente desechado por Estados Unidos de la misma manera que lo hizo con Ghalioun.
El FAC repudia la actitud genuflexa del gobierno del presidente Juan Carlos Varela, pues, a pesar del mensaje de justicia, paz, solidaridad y diálogo del Papa Francisco durante la Jornada Mundial de la Juventud y su firme y claro señalamiento de que “En América Latina, no somos el patio trasero de nadie”, la Cancillería panameña y el presidente Varela se sumaron a la política guerrerista y de intervención en asuntos internos de otro Estado, comprometiendo los intereses vitales de Panamá.
Ante la grave amenaza regional, el FAC reafirma la decisión de solidarizarse con el valeroso pueblo de Venezuela y el gobierno liderado por el presidente constitucional Nicolás Maduro Moros y exige a la comunidad internacional y al gobierno de Varela, en particular, que se abstenga de promover o votar favorablemente cualquier resolución injerencista contra el pueblo venezolano y su soberanía.
- Hermanados en nuestra historia común, todos somos Venezuela.
- América Latina y caribeña, cuna de grandes y luminosos seres, reivindica dignidad y grandeza frente al imperio.
- Con Victoriano Lorenzo decimos: ¡La patria grande no se doblega, se alza orgullosa!
- ¡Alerta!.. ¡Alerta que camina la espada de Bolívar por América Latina!
