Por David Carrasco
El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, destacó la figura de Omar Torrijos como un símbolo de la lucha de unidad de los pueblos latinoamericanos para construir un futuro soberano, apoyado en la integración y poner fin al ignominioso bloqueo de Estados Unidos contra la isla caribeña.
“Nuestros pueblos siempre serán hermanos. Tenemos un legado que defender y seguir construyendo. ¡Viva Omar Torrijos! ¡Viva Fidel! ¡Patria o muerte, venceremos!”, dijo Rodríguez, quien el viernes compartió con líderes de organizaciones sociales, partidos políticos y académicos de la Universidad de Panamá.
El canciller cubano llegó a la reunión, en medio de nutridos aplausos y consignas de unidad, tras entrevistarse previamente, en privado., con su colega panameño Alejandro Ferrer, diputados de la Asamblea Nacional, el directorio del Partido Revolucionario Democrático (PRD), el rector de la Universidad de Panamá, Eduardo Flores y autoridades de esa casa de estudios superiores.
Durante su disertación, el canciller cubano manifestó que, pese a la decisión de Washington de intensificar el bloqueo económico contra la isla ‒cerrando las válvulas del comercio y el turismo con empresas operadoras estadounidenses‒, “hay un reverdecimiento de la solidaridad” hacia Cuba y su pueblo, en una demostración al mundo de coraje y dignidad para vencer los planes de aislamiento.
Rodríguez subrayó que del 2019 al 2020 la isla ha soportado una “agresividad inédita” de la actual administración de Estados Unidos, que se ha traducido en una medida semanal de bloqueo aplicada en promedio en ese período. Ello incluye afectaciones al turismo, el desmontaje de consulados, la prohibición de los cruceros de atracar en puertos cubanos, la restricción de remesas, la proscripción de vuelos comerciales y vuelos charter (alquilados), con el objetivo de dañar la economía, sin tomar en cuenta el perjuicio a las familias.
A causa del bloqueo unilateral, el abastecimiento de combustible a Cuba se redujo hasta el 30 por ciento. A ello contribuyó la amenaza de sanciones a los buques tanqueros, las empresas aseguradoras y reaseguradoras de esas naves, lo que generado afectaciones notables a la economía cubana, advirtió Rodríguez.
Sin embargo, manifestó que Cuba jamás ha bajado la guardia en materia de solidaridad, en especial con los países asfixiados por el modelo económico neoliberal, generador de pobreza y exclusión en todo el orbe. En ese sentido, recordó el envío de contingentes médicos cubanos a países de África Occidental para combatir epidemias como la mortal fiebre hemorrágica provocada por la transmisión del virus del Ébola.
Rodríguez reseñó los avances en la modernización de la economía de Cuba y el afianzamiento de la democrática a través de una nueva Constitución, que sirve de base a un innovador enfoque en materia del empleo y la iniciativa privada y cooperativa, el reordenamiento del sistema eléctrico y el transporte público con buenos resultados a favor de la población cubana que protege la revolución.
El canciller sostuvo que “es necesario defender la paz en América Latina y el Caribe, la independencia y la solidaridad entre nuestros pueblos”, y apoyar la respuesta de quienes se enfrentan a la oleada neoliberal e imperialista y apuestan por la generación de ideas solidarias en cumplimiento de las aspiraciones de la humanidad.
