Periódico Bayano cumple 43 años abriendo trochas de soberanía

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    Efraín Reyes Medina, director vitalicio de Bayano se dirige al auditorio. En la mesa principal, sentados, están Filiberto Morales, Cecilio Simon, David Carrasco y Mario Omar Domínguez.

    En esta sección, se presenta los lectores el discurso pronunciado por el director de Bayano digital, David Carrasco, en la cena organizada el 23 de agosto para conmemorar los 43 años del periódico Bayano, que en el último cuatrienio ha sido producido y editado en formato electrónico, manteniendo vigente su esencia de medio comprometido con las causas populares.

    – Distinguidos representantes de los gobiernos de Cuba, Nicaragua y Venezuela;
    – Dirigentes de partidos políticos progresistas de Panamá;
    – Líderes de sindicatos, gremios, movimientos sociales Y ambientalistas
    – Voluntarios, activistas comunitarios y defensores del torrijismo;
    – Representantes de Institutos de Investigación y personalidades del ámbito académico;
    – Fundadores e inspiradores de este medio que nos acompañan esta noche:
    – Amigos, colaboradores y seguidores que nos acompañan esta noche:

    Agradezco la posibilidad de dirigirme a ustedes en esta fiesta colectiva, en conmemoración del cuadragésimo tercer aniversario de Bayano, voz insigne de rebeldía, lucha patriótica y fuente de información orientadora.

    Esta fecha representa más que un registro en el calendario. En realidad, evoca el surgimiento de un medio alternativo con un papel fundamental en el afianzamiento de las aspiraciones soberanas y la recuperación del Canal de Panamá y sus áreas adyacentes.

    No en vano, reporteros de este medio impreso capturaron en fotos la imagen de la última detención realizada por un policía de la abolida Zona del Canal en contra de un ciudadano, por presuntos delitos cometidos en la Avenida de los Mártires, que servía de límite, cuando ese territorio contiguo a la ciudad de Panamá estaba en manos de fuerzas extranjeras.

    Bayano acompañó al desaparecido general Omar Torrijos en el fortalecimiento de la conciencia nacional para avanzar hacia la descolonización de un país en cuyo suelo conculcado regían las leyes del estado de Luisiana y un régimen discriminatorio.

    Asimismo, estimuló el pensamiento crítico y transformador, y fomentó el desarrollo de un modelo integrador, en el que tuviesen representación sectores productivos del campo y la ciudad, y la juventud estudiosa ávida de reivindicaciones.

    En las páginas impresas de Bayano están compilados gran parte de hechos que marcaron uno de los períodos más fecundos de la historia de la población panameña, en los que sobresalen la lucha de liberación nacional y la resistencia de sectores excluidos a causa de la explotación secular.

    Aún hoy, muchas personas preguntan por el destino de aquel medio impreso que se enfrentó a las clases económicas poderosas y cautivó la imaginación de los lectores, a través del debate, el humor y la sátira política, y del análisis exhaustivo de los sucesos coyunturales.

    Cuando los habitantes de este querido país observan la bandera de Panamá ondeando en la cúspide del Cerro Ancón, deberían saber que ello representa la culminación de un esfuerzo nacional para resolver las diferencias internas y concretar la integridad territorial en contra del entreguismo, la cobardía y la traición. En ese esfuerzo estuvo comprometido Bayano.

    Sin embargo, conviene reiterar que para disponer de un medio orientador con capacidad movilizadora fue necesario crear una sólida base de sustento y desarrollar una estrategia coherente y consensuada para poder avanzar.

    Sin una fuerza política con objetivos claramente definidos y predisposición para el sacrificio, habría sido casi imposible generar un flujo informativo confiable, permanente y efectivo sobre diversos acontecimientos nacionales, internacionales y globales que desembocaron en graves conflictos o en amenazas a la paz.

    Esa estructuración del medio fue clave para generar un firme compromiso de solidaridad con los movimientos de liberación en Centroamérica, Sudamérica y África. La colección de ejemplares rescatados del pasado reciente son la evidencia de que la adhesión al legado internacionalista sigue intacta.

    A diferencia de lo que suponen algunos, Bayano no desapareció tras el inicio de la invasión de Estados Unidos a Panamá, en 1989, aunque sus oficinas fueron asaltas y ocupadas por tropas extranjeras que derrocaron entonces al gobierno panameño.

    La realidad es que, en 1990, sin imprenta, sin papel y sin recursos económicos, el medio viril y contestatario volvió a circular para exigir la inmediata salida de este país de fuerzas intervencionistas y promover el diseño de vías democráticas a favor del Estado Nacional.

    Puedo decir, sin presunción alguna, que Bayano jamás se doblegó, y cuando muchos pensaron que había sucumbido, ha vuelto para ponerse al lado de los humildes y a denunciar a las élites del capital financiero que intentan poner a este país en venta. Ese es, tal vez, su principal mérito: ¡seguir luchando!

    Hace cuatro años, los supervivientes y leales seguidores de Bayano, tomaron la decisión de editar el periódico en formato digital, para disputar nuevos escenarios en el ciberespacio, sin perder su reconocida capacidad crítica.

    Esa apuesta legítima representa una tarea titánica contra la desinformación instaurada. Asimismo, es una apuesta por la construcción de procesos unitarios en procura de una efectiva democratización del país y la construcción de caminos alternativos.

    Bayano digital se convirtió en el principal crítico de la gestión de las dos últimas administraciones presidenciales y denunció con vehemencia los escándalos de corrupción que empañaron el prestigio de Panamá en el exterior, así como los intentos de subordinar la política exterior a los dictados de Washington.

    Hoy, en medio de la disputa del poder por grupos económicos que apuestan por el control hegemónico del Estado, se requiere que el movimiento popular articule una propuesta coherente y ayude a la población joven distraída en las redes sociales a interpretar las complejidades en el crudo escenario político.

    A través de diversas ediciones, Bayano digital ha compartido el clamor de designar en la Junta Directiva del Canal de Panamá a figuras idóneas que representen genuinos intereses populares y las aspiraciones del mayor uso colectivo posible de las áreas canaleras.

    No se puede tolerar que el sueño de los mártires de la gesta de enero de 1964, de recuperar las áreas canaleras, se diluya como resultado de un modelo usurpador instaurado en este país tras la invasión militar de 1989.

    Bayano digital ha denunciado en forma tesonera los intentos de despojar de sus tierras a productores independientes en el distrito de Barú, como resultado de un negociado entre la empresa Banapiña y el Estado, y la apropiación indebida de humedales para la expansión de proyectos industriales e inmobiliarios.

    Las respuestas más icónicas en el contexto de un renovado activismo fueron el apoyo a las comunidades de Don Bosco y Juan Díaz, en la capital panameña, para frenar la destrucción de los manglares, y el acompañamiento al pueblo de la caribeña ciudad de Colón, para evitar el proceso de gentrificación urbana. En ambos casos, Bayano alzó su voz para detener el ultraje y la codicia, y así lo hará en el futuro.

    Ese papel protagónico tuvo su costó. El medio digital se transformó en blanco directo de miles de ciberataques contra sus servidores electrónicos, lo que durante más de 20 días impidió a los lectores alrededor del mundo acceder a sus páginas. Sin embargo, los atacantes anónimos no consiguieron destruir la información protegida, y el medio digital volvió a estar más erguido que nunca.

    Si de algo debemos sentir orgullo en este aniversario, es, precisamente, el hecho de promover el consenso en medio de la adversidad y haber realizado lo posible para que organizaciones hermanas de este hemisferio compartiesen experiencias, en procura de un modelo de comunicación horizontal que privilegie los objetivos de una Latinoamérica unida y libre de intervención.

    Bayano digital es más que un periódico. De hecho, ha organizado seminarios sobre el uso de las redes sociales, innovadoras campañas de solidaridad, talleres sobre temas políticos y jornadas académicas en colaboración con varias universidades, principalmente la Universidad de Panamá, para conocer las realidades de países como Cuba, Nicaragua y Venezuela, injustamente bloqueados por Washington y sus aliados europeos.

    Y después de todo ello, seguimos aspirando a más. Este año, expandimos los recursos multimedia, combinando archivos de texto, audio y video, y generando una activa comunicación entre lectores que comentan las notas y reciben una respuesta inmediata a los mensajes remitidos.

    A ello, se suma la preparación de un boletín electrónico que abarca artículos sobresalientes, para ofrecer a los lectores un pantallazo de la realidad nacional e internacional.

    Quiero señalar, además, que nada de ello hubiese sido posible sin el respaldo de una parte valiosa de la sociedad panameña que hace 43 años depositó su confianza en un grupo de soñadores que, sobre cajas de madera, en la Calle Colón, tomó la decisión de sacar a la luz un quincenario diferente, que defendiese el derecho soberano de Panamá.

    Desde esta tribuna, deseo resaltar la enorme contribución de varias generaciones que coadyuvaron a este proyecto informativo y organizador, que abogó por la soberanía, la autodeterminación, el derecho a la paz, y el ejercicio de una solidaridad verdadera.

    Es necesario resaltar que, como parte de sus metas principales, el colectivo Bayano estudia la posibilidad de acompañar el medio digital con un periódico impreso y de ágil formato, así como la creación de un Instituto de Investigaciones Sociales y Políticas, para abordar con rigor científico los desafíos de la sociedad.

    Espero que principalmente los intelectuales acompañen estas iniciativas en la definición del país democrático, justo y solidario que queremos, demostrando con ello que es posible construir, en vez de naufragar o ser vencidos por un sentimiento de desaliento y falta de esperanza, debido a los obstáculos y las limitaciones de inequidad que frenan el desarrollo humano y social.

    Quiero terminar esta intervención, señalando que jamás nos hemos rendido y tampoco claudicamos. Hemos tomado la bandera y seguimos adelante, en la búsqueda de un noble ideal. Esa es la ruta y nuestro destino, y no vamos a renunciar a la posibilidad de cambiar el curso de la historia.

    Muchas gracias.

    3 COMENTARIOS

    1. Muy buen discurso.
      Abarcador y profundo

      Solo que como un lector de este boletín informativo conocedor de este diario por años y de su director y equipo apreciamos por sus aportes a la lucha de liberación y soberanía de nuestro pueblo.
      Por lo nuestro país ha mantenido
      dignidad en defender nuestro patrimonio e interés como pais independiente y soberano .

      Ante ello me llamo la atención que no se me haya tomado en cuenta para ser invitado al evento a celebrar los 43 años para asistir al acto de eistencia de este diario de importancia en nuestra dignidad nacional.

      • Apreciado Rolando Sánchez Diez:

        Muchas gracias por esas frases de aliento en ocasión del 43 aniversario del periódico Bayano. Hay que seguir adelante.

        Saludos cordiales,

        David Carrasco
        Director de Bayano digital

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