Trump, Stone y Venezuela
Por Julio Bermúdez Valdés
Redacción de Bayano digital
Fuentes habitualmente bien informadas, indican que las acciones contra Venezuela debieron haber comenzado ya, pero algo pasa cuando nada pasa. Se sabe que el presidente Trump enfrenta un complicado escenario a lo interno de EEUU, hecho que permite preguntar si Venezuela está representando el papel de chivo expiatorio. De allí el siguiente artículo, para fundamentar la pregunta:
Si hay un elemento que podría considerarse decisivo en la actual coyuntura venezolana es la visita que realiza por estos días a Panamá el Papa Francisco.
No es que Estados Unidos o los países que están por esa alternativa deban solicitarle permiso al jefe de la iglesia católica para ejecutar esta opción, que ayer cobró mayor posibilidad luego que el autoproclamado presidente Juan Guaidó solicitara “ayuda militar humanitaria a Estados Unidos”.
Sucede que en situaciones como estas pesan, y mucho. Los tiempos, los espacios, el prestigio y la autoridad del Papa es tal que una acción contra Venezuela, por muy justa que la vean algunos, podría considerarse como un irrespeto a Su Santidad, un error de cálculo en cuanto al entorno de la acción, pese a que desde la óptica de Washington y sus aliados ya cuentan con “un dictador”, “con incidentes que han generado muertos y detenidos en Caracas”, y con la “solicitud de la contraparte” como ha quedado consignado en la nota de Guaidó a Pompeo.
El FBI arrestó a ex asesor complica la situación de Trump
Pero si bien vale la consideración respecto a la presencia del Papa, hay algunos elementos más terrenales que podrían estar incidiendo en la prolongación de la decisión de dar el “go” para la “intervención humanitaria”. Anoche el FBI arrestó al ex asesor del presidente Trump, Roger Stone al que acusan de siete cargos entre ellos obstrucción a la justicia, cinco declaraciones de falsedad y oro por manipulación de testigos.
Nada habría de interesante en esta detención de no ser porque podrían estar vinculadas a acciones nada transparentes del jefe de la Casa Blanca. Algunos observadores estiman que la detención de Stone podría complicar a la Casa Blanca al extremo de acarrearle a Trump serios dolores de cabeza.
La pregunta que surge es ¿Cómo es posible que en medio de tales circunstancias, Donald Trump, siga planeando acciones contra Venezuela? ¿Actúa en serio o está comprando tiempo? La respuesta crucial podría dejar en el aire a más de uno, de bando y bando.
