Redacción
BBC Mundo
El bitcoin hizo historia al convertirse en 2009 en la primera criptomoneda descentralizada, es decir, una divisa virtual que no estaba controlada por ninguna entidad.
Se creó de forma colectiva y se la dejó expuesta a los vaivenes de la economía de mercado.
Nadie pagó ni un centavo por ella durante más de un año y tardó otros 12 meses más en alcanzar el valor de US$1, muy por debajo de los US$2.723 a los que cotizaba este miércoles, según el portal Cryptocurrrency Market Capitalization.
Pero no es esta subida la que ha llevado al bitcoin a volver a hacer historia esta semana.
Por primera vez, la criptomoneda se dividió.
El éxito del bitcoin había hecho que su sistema de operar quedase obsoleto y no diese abasto para el volumen de transacciones que se estaban realizando con esta divisa.
Los mineros resuelven problemas matemáticos para liberar bitcoins y reciben criptomonedas a cambio.
Meses de debate y desarrollo sobre cómo mejorar su funcionamiento acabaron este martes con un grupo de desarrolladores separándose y creando su propia versión: el bitcoin cash.
Pero, ¿qué diferencia al bitcoin cash del bitcoin y cómo le afecta?
Un límite de seguridad
Para mantener su independencia y el anonimato de sus usuarios, el bitcoin tiene un funcionamiento complicado.
Cada moneda es un documento informático que se guarda en una especie de “monedero virtual”.
Cada transacción entre monederos queda registrada en una lista que es pública.
Pero para que todo esto suceda, se necesita de un “minero” que resuelva problemas matemáticos difíciles.
Los mineros son voluntarios que reciben bitcoins como recompensa cada vez que procesan un bloque de monedas.
El precio de bitcoin está por encima de los US$2.700.
Las listas se actualizan constantemente, pero no pueden recibir más de 1 megabyte de datos cada 10 minutos.
Así, la divisa queda protegida en caso de que algún hacker quisiese colapsar el sistema abrumándolo con demasiadas transacciones a la vez.
Necesidad de evolución
Esto resultó útil durante los primeros días del bitcoin.
Sin embargo, la moneda se ha vuelto tan popular que el límite de 1 MB cada 10 minutos ha hecho que haya que esperar horas y hasta días para completar una transacción.
En la comunidad de mineros y desarrolladores (los que escriben el código, ya que bitcoin es un software libre al que cualquiera puede contribuir) había consenso sobre un punto: el bitcoin tenía que evolucionar.
El 1 de agosto fue la fecha elegida para decidir cómo hacerlo.
El precio de bitcoin cash variará en los próximos días conforme a las transacciones que se hagan en esta divisa.
La semana pasada, hubo visos de acuerdo cuando surgió Segwit2x, que propone otra forma de almacenar los datos en la red y duplicar la capacidad a 2 MB cada 10 minutos.
La mayor parte de la comunidad se mostraba dispuesta a adoptarlo, pero días después un grupo de desarrolladores anunció una alternativa, el bitcoin cash, en la que el límite se eleva a los 8 MB.
Una nueva moneda
Llegada la fecha elegida, los creadores del bitcoin cash no dieron marcha atrás y esta se convirtió en una versión diferente de la pionera de las criptomonedas.
Su plan consiste en ofrecer a los inversores intercambiar sus bitcoins por una cantidad correspondiente de bitcoin cash, algo que pondría presión sobre el valor de la moneda original.
Un experto advirtió al periodista de la BBC Chris Baraniuk que la introducción de esta nueva divisa podría desatar el “caos” en los próximos días.
Muchas plataformas de bitcoins se están negando a utilizar las nuevas monedas, lo que obligaría a los usuarios que las quieran probar a cambiar de proveedor. Esa una operación que conlleva sus riesgos.
La comunidad del bitcoin está formada por mineros y desarrolladores.
“Nadie puede estar seguro de cuál va a ser el desenlace de todo esto a corto plazo”, le dijo a Baraniuk el director de la plataforma eToro, Iqbal Gandham.
De momento, el precio de los bitcoins no se ha visto muy afectado, como temía el mercado.
La mañana del 1 de agosto, escaló hasta los US$2.915 y, desde entonces, cayó por debajo de los US$2.700, pero en las últimas horas ha empezado a recuperarse.
Estas variaciones serían importantes si se dieran en una divisa nacional. Pero no resultan extrañas cuando se trata de criptomonedas, que se caracterizan por su inestabilidad.
Un 52% en 24 horas
Un día después de entrar en el mercado, el bitcoin cash ya cotiza a US$458 y ha registrado un volumen en transacciones de US$360.428.000.
Su nacimiento oficial se dio cuando se minó el bloque 478559, que pesaba casi 2 MB.
La criptomoneda ya se ha convertido en la tercera en cuanto a volumen y precio. Este último ha variado un 52% en las últimas 24 horas.
Por el momento, no se han detectado grandes problemas aparte de un par de dificultades técnicas en algunas operaciones, afirmó el investigador del Centro de Finanzas Alternativas de Cambridge, Garrick Hileman.
Otro experto aseguró que la moneda funcionaba con «facilidad» y que parecía “robusta”.
Aún queda por ver el efecto que tendrá en la comunidad de mineros, ya que para trabajar con bloques más grandes necesitarán computadoras con una mayor capacidad de almacenaje.
Hasta el momento, el negocio de la minería de bitcoins ha estado abierto a cualquier individuo, pues el coste del equipo era bajo.
Pero con la nueva criptomoneda, esto puede cambiar.
¿Una nueva herramienta de especulación?
«Agentes más grandes con acceso a instalaciones con servidores y grandes presupuestos no tendrán problema en ejecutar operaciones más grandes, pero los pequeños operadores podrían quedar fuera», observó Hileman.
¿Caerá el bitcoin cash en las garras de los especuladores?
“¿Llegarán las grandes empresas a dominar el bitcoin cash más que el bitcoin? Lo vamos a ver ahora”.
A esta incertidumbre se suma la decisión de compañías de cambio de criptodivisas de no trabajar con el bitcoin cash.
La división también dificultará a los negocios el dilema de tener que elegir qué divisa virtual aceptar, como sugirió Vili Lehdonvirta del Instituto de Internet de Oxford.
Y a quienes se lucran con el bitcoin les puede resultar interesante especular: comprar y vender monedas con la esperanza de que aumenten su valor.
“En ese caso, el uso práctico de la criptomoneda ya no importaría”, concluyó el experto.