Panamá, los escándalos y el riesgo reputacional
Por Cecilio E. Simon E.
Especial para Bayano digital
Durante el Foro sobre los Papeles de Panamá, realizado el 19 de mayo en la Biblioteca de la Universidad de Panamá, organizado por Bayano digital y la Alianza Estratégica Nacional, un asistente al acto preguntó sobre la repercusión del escándalo Mossack Fonseca en el riesgo reputacional. Para ampliar la respuesta al joven profesional, extensiva a todos nuestros lectores, hemos elaborado el presente artículo.
El profesor Charles Fombrun, de la Universidad de Nueva York, considera al capital reputacional como intangible basado en la percepción de los diferentes actores sociales. Los humanos reaccionamos hacia las personas, las empresas o las cosas en función de cómo las percibimos y no tanto de cómo realmente son, y por eso es importante gestionar la reputación señala Fombrun, padre de la gestión reputacional. Todos sabemos que las percepciones no son necesariamente la realidad, pero determinan en muchos casos, la conducta del individuo.
Los escándalos que se han sucedido durante los últimos dos meses, llámese Mossack Fonseca y sus clientes o las empresas de la familia Waked, afectan el riesgo reputacional de las actividades privadas y a la percepción del país. Las empresas involucradas aplicarán las políticas establecidas en sus manuales de manejo de riesgo reputacional, en tanto que la falta de una política pública para el manejo de la contingencia, pone en desventaja a Panamá.
Riesgo reputacional Mossack Fonseca
La percepción del ocultamiento de capitales y el riesgo reputacional de decenas de líderes políticos a nivel mundial, solamente condujo a la renuncia de los primeros ministros de Islandia y Ucrania, del ministro de Industrias de España y del Director de Transparencia Internacional Capítulo de Chile, mencionados en los Papeles de Panamá, en tanto que David Cameron y Mauricio Macrí se sacudieron del escándalo.
Con el propósito de enfrentar el riesgo reputacional, la firma de abogados Mossack Fonseca anunció la restructuración de su cartera de intermediación financiera. Sus clientes corporativos e individuales realizan gestión del riesgo reputacional para asegurar sus fortunas, que representa más de siete billones de dólares, en los paraísos fiscales de Estados Unidos, las Islas Británicas, o en el principado francés de Mónaco.
Para evitar nuevas filtraciones, la mayoría de ellos pasaran a engrosar a más de un millón de empresas offshore inscritas en Estados Unidos, desde donde realizarán complejas operaciones de blanqueo de capitales en otros paraísos fiscales. No sería extraño que establezcan su domicilio fiscal, en el pequeño edificio de dos plantas, situado en el Estado de Delaware, junto a otras 300.000 empresas (incluyendo a las de los candidatos para la Presidencia de los Estados Unidos, Hillary Clinton y Donald Trump).
Banco francés blanquea capitales
El BNP Paribas, mencionado como uno de los proveedores de servicios financieros, a la firma Mossack Fonseca, para la creación de sociedades offshore, seguramente aplica en la coyuntura actual su manual de manejo del riesgo reputacional. En tanto, el Ministro francés de Economía, Finanzas e Industria francés Michel Sapin, solamente se limitó a decir que investigaría en las próximas semana la mención del banco en los Panamá Papers.
Ese mismo banco fue penalizado en el 2014 por los Estados Unidos, con una multa sin precedente, de 8.834 millones de dólares, por realizar transacciones con países sancionados por Washington. En esa oportunidad, el canciller francés Laurent Fabius dijo que una multa de tal cantidad será “un problema muy serio” y es una “decisión injusta y unilateral” y “no es razonable”.
Un año después, en 2015, el BNP Paribas fue objeto de una investigación por blanqueo de capitales de más de 1.000 millones de dólares en Argentina. Entre las pruebas presentadas por la fiscalía, está el manual instructivo interno para captar fondos offshore, que data desde 1993, en el que señala: “Por definición, la persona offshore, es aquella persona física o jurídica que no desea declarar sus bienes (o parte de ellos) impositivamente. Estas personas existen y existirán siempre. Desde este punto de vista, todos los productos que ofrecemos satisfacen nuestro objetivo y la necesidad del cliente offshore”. En esta ocasión, los funcionarios franceses asignados para la investigación de declararon que colaborarían con Argentina, para luego declinar su competencia.
Riesgo reputacional caso Waked
A diferencia del escándalo Mossack Fonseca, la aplicación del FACTA (ley Clinton) a 68 empresas de la familia Waked, sorprendió al conglomerado que al parecer no cuenta con un manual para el manejo del riesgo reputacional. Como resultado pende sobre ellos la liquidación adelantada de la garantía, que producirá la pérdida de más de 5 mil puestos de trabajo, el cierre de sus operaciones en la Zona Libre de Colón, que perderá a su mayor inversionista y enfrentará una caída actividad comercial que superará el 24.8 por ciento del 2015. El escándalo Waked también se extiende a la relación del Sistema Bancario de Panamá con sus Bancos corresponsales en Estados Unidos, y que podrán aumentar la tasa de interés debido al riesgo reputacional.
Riesgo reputacional de Panamá
No fue suficiente la solidaridad del Diputado costarricense Rolando González Ulloa, quien hizo un llamado para que los documentos develados fueran llamados los Mossack Fonseca. Los franceses, junto a la OCDE, calificaron a Panamá como el mayor paraíso fiscal del mundo y con ello afectaron el riesgo reputacional del país. Francia aprovechó el escándalo y utilizó a Panamá como campo de batalla en su guerra financiera con Estados Unidos, que estableció como doctrina para enfrentar la depresión que se le avecina en el 2017, la captación, para sus paraísos fiscales, de capitales individuales y corporativos franceses y europeos, que huyen de la presión impositiva de sus gobiernos, como lo hizo durante la gran depresión de los años 30 o en la del 2008.
