La Muerte de los maestros en Hato Chamí, incompetencia o corrupción

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Voluntarios de SINAPROC rescatan los cuerpos de los maestros Tomás Camargo y Marta Sanjur.

Por Cecilio E. Simon E.
Redacción de Bayano digital

El Ministerio de Educación emitió un comunicado en el que “lamenta el fallecimiento de los docentes Tomás Camargo y Marta Sanjur, quienes sufrieron un accidente vehicular cuando se transportaban a su lugar de trabajo” en Hato Chamí en la comarca Ngäbe.  Las autoridades reconocen que la labor que realizan los maestros y profesores, para cumplir con la misión de educar en áreas de difícil acceso, es arriesgada para sus vidas.

Los maestros Camargo y Sanjur, formaron parte de mil 700 docentes que fueron trasladados, a inicio del año lectivo por tierra, aire y mar a las áreas de difícil acceso donde laboran.  Una vez internados, después del operativo en el que interviene incluso el Servicio Aéreo Naval, el ministerio no garantiza la calidad de vida de los docentes, que deben enfrentar las precarias condiciones ambientales, de salubridad y vivienda.  Estos docentes, solamente tienen derecho a un diferencial salarial, viáticos que muchas veces reciben con atrazos y las coberturas básicas de un seguro de vida colectivo.

Para el disfrute en familia, ellos tienen que garantizar movilizarse con sus propios medios, en peligrosas salidas a riesgo de su vida, como ocurrió en el caso que hoy lamentamos.

Las lágrimas de familiares, compañeros y alumnos, aun no secaron cuando comprendieron el alcance de la conclusión del comunicado. “El Ministerio de Educación realizará los trámites necesarios para colaborar con los familiares de los educadores, y brindarles la ayuda que requieran ante esta lamentable pérdida humana”. De esta manera la institución asume la cobertura del riesgo mediante lo que denomina  “ayuda” a los familiares de las víctimas, en tanto que exime de responsabilidad a la aseguradora, porque la póliza, seguramente,  no cubría el riego de movilización fuera de la jornada de trabajo. 

Es incongruente el reconocimiento del riesgo del trabajo en áreas de difícil acceso, y a la vez, negociar con la aseguradora la cobertura parcial de los docentes.  Las palabras claves trámite, colaboración, ayuda, podrían interpretarse como el reconocimiento de que el MEDUCA, cedió ante la aseguradora, y disminuyó la cobertura 

Un dirigente de los educadores del Instituto Normal Rubiano, declaró a Bayano digital, que la aseguradora informó de la supuesta modificación de la cobertura y los gremios están llamando al MEDUCA, para hablar sobre ese asunto.  Por otro lado, Diógenes Sánchez, Secretario General de ASOPROF, declaró a Bayano digital, que acompañará a los familiares de los maestros a la aseguradora, para determinar los alcances de la cobertura.  En tanto una funcionaria del ministerio, niega la veracidad de un mensaje de voz que circula por las redes sociales, que afirma que los docentes no estaban asegurados al momento del accidente.

La precarización  de las condiciones de los servidores públicos, sitúan a la incompetencia de la mano con la corrupción. Al igual que los educadores, la de los policía podrían ser similares o peores, ya que supuestamente en sus días libres no tienen cobertura.

¿Será la misma aseguradora de Odebrecht la de los educadores y los policías? Seguramente es la que asegura  solamente a los pasajeros del METROBUS que viajan sentados… ¡Sí, a eso le llaman seguro de asiento!

Es  probable que la aseguradora aduzca que Tomas y Marta no estaban cubiertos por la póliza de seguro, porque el accidente ocurrió fuera de horas laborales.  Su fatalidad se viste con la incompetencia del ministerio y con visos de favorecimiento a la aseguradora que podrían ser tipificados como corrupción.

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