La prevención escolar, la criminología educativa y la mediación

0
64
Agentes policiales en una charla sobre prevención.

Por Luis Carlos Samudio G.
Abogado, docente y mediador

La criminología educativa puede proveer apoyo esencial para prevenir la violencia escolar y debería ser incorporada en todas las etapas educativas con las partes involucradas, poniendo énfasis en los principios éticos y el bienestar de la comunidad educativa y la sociedad, con el objetivo de prevenir actos violentos y disminuir la ocurrencia de delitos.

La criminología educativa es un campo de especialización donde la criminología se aplica al sistema de enseñanza, con el propósito de detectar todas las conductas perturbadoras en etapas tempranas de la vida, en los centros escolares, para analizarlas, controlarlas y prevenirlas, identificando rápidamente el comportamiento antisocial, que experimenta diversas transformaciones. Por ello, indicamos que el enfoque principal es mejorar el entendimiento de los estudiantes sobre la naturaleza de la violencia y sus consecuencias.

Asimismo, se puede abordar en todos los niveles de educación que involucran a sus participantes, no sólo a los estudiantes, enfatizando que la criminología educativa es un campo que desarrolla estrategias para prevenir la violencia en el entorno escolar entre niños y adolescentes, así como otros profesionales educativos. A través de métodos de enseñanza, se puede identificar, abordar y reducir.

Enfatizamos la importancia de un criminólogo experto en comportamientos antisociales en instituciones educativas, debido a su habilidad para identificar y prevenir la violencia, implementando estrategias efectivas de prevención, estudiando los peligros en diferentes fases educativas, como fue el abandono escolar en 2022 y 2023, conforme con la regente de Educación. Según los datos oficiales del Ministerio Público, se registraron 643 denuncias por acciones delictivas, con la implicación de adolescentes de 15 a 17 años de edad en actividades criminales, de enero a febrero y jóvenes de 18 a 24 años de edad que perdieron sus vidas en el año 2024.

Es fundamental subrayar que los currículos actuales deben integrar iniciativas y normativas orientadas a combatir la violencia en las escuelas, promulgar la prevención del delito, facilitar recursos comunitarios para evitar la violencia, así como las técnicas de mediación y las estrategias de resolución de conflictos en escenarios sociales, educativos, familiares y ambientales.
.
El papel del criminólogo y del mediador en el sector educativo es esencial en los proyectos de enseñanza, colaborando en la prevención de riesgos futuros. Las sugerencias presentadas para niños y jóvenes enfatizan de manera evidente que la violencia no se considera un comportamiento adecuado, y las acciones agresivas pueden surgir en cualquier persona, aunque no con el propósito de lastimar.

En consecuencia, resolver conflictos sigue siendo un desafío no solo en las aulas, sino en todos los entornos sociales, con el objetivo de no identificar a un futuro delincuente, sino de proporcionar a la comunidad educativa herramientas que les ayuden a identificar su existencia.

En términos generales, al identificar el abuso en el ámbito familiar y en los espacios públicos, así como la violencia física, se puede señalar circunstancias que necesitan atención y los contextos donde se debe intervenir. De esa forma, estamos fomentando la conciencia y reconociendo el maltrato hacia los niños, así como otras formas de violencia, evaluando las capacidades de recuperación.

Por lo tanto, los reportajes periodísticos que muestran la violencia cometida por un estudiante, generan estigmatización en el medio y la comunidad, perjudicando la autoestima del joven debido a la influencia de las redes sociales que crea y perpetúa la violencia entre los estudiantes.

Para finalizar, es crucial involucrar, utilizar a los criminólogos y mediadores que juegan un papel importante en la creación de estrategias para abordar problemas y conductas antisociales en las escuelas, trabajando junto a psicólogos y trabajadores sociales para mejorar el ambiente escolar, para evitar la expulsión, ya que esto podría representar un peligro potencial para el estudiante y dar lugar a su reclutamiento por grupos delictuales organizados.

¡Juntos trabajemos a favor de la paz y la convivencia pacífica!

Dejar una respuesta

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí