Por Alejandro Baso
La historia evidencia que China y Panamá mantienen lazos comunes por más de 160 años, las mismas se inician cuando un primer grupo de trabajadores chinos vino a trabajar en la construcción del ferrocarril, el cual uniría los océanos Pacífico y Atlántico a través del Istmo años después.
Pasado el tiempo, el 26 de junio de 2015 un barco chino es el primero en atravesar por las esclusas del Canal de Panamá ampliado.
El sábado 16 de septiembre de 2017, el presidente Juan Carlos Varela recibió al canciller chino Wang Yi, en la primera visita a Panamá de un alto dirigente del país asiático, después de tres meses de anunciado el inicio de relaciones diplomáticas sino-panameñas.
Pero esa historia tiene vieja data
El diplomático Leonardo Kam, quien fue agregado comercial panameño en la capital asiática y uno de los promotores históricos de esta relación, opinó en La Estrella de Panamá que es “la medida diplomática más importante del país, después de la firma de los tratados Torrijos-Carter en 1977”.
Agregó que, para llegar a este momento se generó una “acumulación política” que nació en 1979, con la “intención” del entonces presidente Arístides Royo (1978-1982), a la cual siguieron nuevos contactos en 1989 por iniciativa china, pero la invasión estadounidense de diciembre de ese año frenó cualquier posibilidad.
Luego, bajo el mandato de Ernesto Pérez Balladares (1994-1999) se logró el primer paso de avance, con la apertura de oficinas comerciales gubernamentales en ambos estados en 1995, mientras que el diálogo para establecer relaciones integrales continuó bajo el gobierno de Martín Torrijos (2004-2009), según la fuente.
Kam consideró que en términos económicos la decisión posiciona a Panamá en el escenario global de los grandes, por vincularse con una potencia emergente y anotó: “en los círculos académicos no se discute si China es o no una potencia, sino cuándo se arraigará”.
China es el proveedor número uno de la Zona Libre de Colón
China, en la actualidad, es el principal proveedor de mercancías de la Zona Libre de Colón, una de las más grandes de Latinoamérica.
En el dialogo con el canciller chino Wang Yi, Varela manifestó las bondades de la plataforma logística, portuaria y aérea de Panamá, y le expresó que “tiene el potencial de convertirse en el puente y brazo comercial entre China y toda América Latina”, además le mostró su interés en que empresas chinas establezcan sus sedes regionales en nuestro país y utilicen el centro aéreo panameño para vuelos directos entre ambos países.
Desde la oposición
“Panamá se puso los pantalones largos”, afirmó ante periodistas, Pedro Miguel González, diputado del Partido Revolucionario Democrático, y consideró que el país solo complacía a Estados Unidos en su relación con Taiwán, sin ventajas para los panameños.
Sin embargo, algunos reportes de prensa intentan explotar el morbo de la ruptura con Taiwán para vincularse a China, métodos aparte, Panamá se alineó con el país que puede catapultarlo a la estabilidad económica, e incluso potenciarlo como centro regional distribuidor de tecnología: la decisión es pragmática.