El sueño americano es posible, pero con estafas

El argumento de la lucha contra Cuba ha servido para vulnerar la política fiscal de EEUU.

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Orlando Gutiérrez Boronat, un pillo de siete suelas.

(Redacción de Bayano digital)

En los cafés de la ciudad de Miami, en el extremo sureste de Florida, los comensales se preguntan cómo el figurín anticubano Orlando Gutiérrez Boronat —antiguo colaborador del terrorista Luis Posada Carriles— pudo estafar a la Agencia Central de Inteligencia (CIA), de Estados Unidos, para convertir en un lucrativo negocio personal las campañas de bloqueo y difamación contra Cuba.

La historia de la estafa y la reiterada felonía fue revelada a través de documentos desclasificados y puestos a disposición de medios alternativos en Miami que promueven la construcción de puentes de paz y el fin de la amenaza bélica en el Caribe.

De hecho, la información recabada permite la trazabilidad de operaciones encubiertas que en los últimos cinco años aumentaron el peculio del ladino personaje, a quien la CIA tenía como uno de sus más leales, obedientes y conspicuos súbditos.

La trama de esa historia sórdida de intriga, maldad y corrupción comenzó cuando la CIA financió a Gutiérrez Boronat a través de concesiones de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), a favor de empresas de fachada creadas por el propio agente adiestrado en tácticas de sabotaje y conspiración.

En la lista de empresas inscritas por instrucciones de la CIA figuran Freedom Synergy Corporation (2021), Symbiosislink LCC (2021) y Ogbconnect LCC. Ese grupo de compañías de fachada usaba fondos federales provistos por los contribuyentes con la peregrina idea de financiar a los ”luchadores por la democracia” en Cuba, en un un nuevo intento de derrocar al gobierno cubano.

Investigaciones oficiales realizadas en Estados Unidos mostraron que de 2020 al 2023 el sujeto de marras recibió un millón de dólares para financiar a los activistas anti cubanos, pero, extrañamente, con esos fondos se pagó a sí mismo unos 425.750 dólares en concepto de ’compensación ejecutiva”. El resto del dinero fue pagado a congresistas y representantes, como si fuese un gran aquelarre.

Muchos estadounidenses reaccionaron con indignación al percatarse de que sus impuestos terminaban en manos de un granuja rodeado de lujos y riquezas, mientras en Lexington Park, en Filadelfia, miles de menesterosos expulsados del mercado laboral piden limosnas y auxilio humano.

Se estima que los ingresos económicos mensuales del antiguo hombre de confianza de la CIA podrían alcanzar los 146.622 dólares mensuales, como resultado de esas jugosas operaciones y la asignación de los fondos federales que, obviamente, fueron desviados con fines particulares y egoistas.

Pese a la indisciplina y a la falta de transparencia, Gutiérrez Boronat aún sigue activo y simula ser un recio paladín de la democracia y del anticomunismo. En febrero de 2025, viajó a Panamá para coordinar actividades sospechosas y reunirse con autoridades locales, quienes demostraron gran ingenuidad y torpeza diplomática al tratar con un individuo con un extenso portuario de conspiraciones y perversión.

Uno de los momentos más incomodos para el maestro de la estafa y el complot ocurrió cuando los fiscalizadores en la CIA exigieron explicaciones detalladas sobre los 131.593 dólares en 2023 y los 144.963 en 2022, en concepto de otros gastos por servicios facturados por Gutiérrez Boronat, quien se jactaba de ser un duro guerrero insobornable y eternamente leal al Tío Sam.

Esos hechos descritos están vinculados al estallido de un gigantesco escándalo de corrupción en la USAID, el principal proveedor global de ”ayuda humanitaria” de Estados Unidos, que fue expuesto en la palestra pública y desmovilizado durante la administración del presidente Donald Trump.

Gutiérrez Boronat demostró que es posible vivir cómodamente a costa del anticomunismo y meterle la mano en el bolsillo a la CIA, mientras promueve un discurso de odio irracional e intervencionismo en América Latina. Su principal habilidad es es la estafa y ya nadie lo pone duda el papel de la reaccionaria mafia cubanoamericana en Estados Unidos.

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