Por Luis Alberto Laborda | amlat@rcinet.ca
Un grupo de científicos dio un paso adelante en el camino para desarrollar una vacuna para combatir el Mal de Chagas, enfermedad potencialmente mortal que cada año infecta a gran número de personas en América Latina, según informó la Fundación Thomson Reuters.
Emilio Malchiodi, profesor de inmunología en la Universidad de Buenos Aires, dijo que una molécula diseñada para contener tres antígenos se mostró efectiva en ensayos con ratones, reduciendo el número de los parásitos portadores del Chagas, el Tripanosoma Cruzi, al tiempo que aminora el daño que ellos provocan en los tejidos.
La enfermedad de Chagas es responsable de más de 10.000 muertes por año y es transmitida por el insecto conocido como vinchuca, que deposita los parásitos sobra la piel de la persona al defecar, tras haberla picado para alimentarse con su sangre.
El Chagas es un mal endémico de América Latina, aunque también se halla en otras partes del mundo. Afecta principalmente a las zonas rurales y los esfuerzos por combatir la enfermedad se han demostrado insuficientes.
La numerosas campañas de fumigación y exterminio de la vinchuca lograron en varias ocasiones llegar al punto de erradicar al insecto de vastas zonas de Latinoamérica, pero el escaso acuerdo entre los gobiernos de los diferentes países para coordinar esas tares ha impedido eliminar por completo su presencia.
La Organización Mundial de Salud sostiene que al menos 7 millones de personas padecen el mal, sobre todo en América Latina. La entidad incluyó a la enfermedad en una lista de enfermedades a la que se destina poca atención y reclama más esfuerzos de las firmas farmacéuticas para combatirla.
Malchiodi dijo que el equipo de científicos centró su trabajo en desarrollar una vacuna profiláctica, pero que el próximo paso será desarrollar una que tenga efectos terapéuticos, para poder tratar la faceta crónica del Chagas.
Más datos sobre el Chagas:
La enfermedad de Chagas es endémica de América. Está distribuida desde México hasta Sudamérica, aunque existen vectores y reservorios incluso en el sur de los Estados Unidos. En la actualidad, se considera una enfermedad, aunque esporádica, con casos identificados en Canadá y EE.UU. Se estima que cada año mueren unas 10.000 personas a causa de esta enfermedad, que tiene mayor prevalencia en las regiones rurales más pobres de América Latina.
La etapa aguda infantil se caracteriza por fiebre, linfadenopatía, aumento del tamaño de hígado y bazo y, en ocasiones, miocarditis o meningoencefalitis con pronóstico grave. Ha sido reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una de las 13 enfermedades tropicales más desatendidas del mundo y por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) como una enfermedad de la pobreza en países de la región.
