Por Julio Yao Villalaz
Dice un antiguo refrán
que el hombre es el rey del mundo
pero, por ser iracundo,
más parece orangután;
y su condición es tan
belicosa y montaraz
que, para dar marcha atrás,
hay que anular su violencia.
Por eso, y con vehemencia,
APRENDE A VIVIR EN PAZ.
(2)
Aprende a vivir sin ira
sin odios y sin rencores,
o sus fuegos destructores
te abrazarán en su pira;
y quiero pulsar la lira
para invitarte, además,
que observes a la torcaz
que no teme al gavilán
y, envuelta en el huracán,
APRENDE A VIVIR EN PAZ.
(3)
Ira y odio son hermanos,
hijos de la incontinencia;
son padres de la violencia
que degrada a los humanos.
En los bosques africanos
el elefante es, quizás,
el animal más capaz
de amedrentar cualquier fiera
y en medio de la leonera,
APRENDE A VIVIR EN PAZ.
(4)
No serás menos valiente
por ser atento y cortés.
Con respeto e interés
escucha a tu contendiente.
Aprende de la rompiente,
Inconmovible y tenaz,
del rompeolas que, audaz,
escucha el furioso aguaje
y sin temerle al oleaje,
APRENDE A VIVIR EN PAZ.
(5)
No dejes que destructivos
sentimientos en tu alma
perturben, en su honda calma,
tus lotos contemplativos.
No alimentes negativos
pensamientos, y jamás
permitas que, por detrás,
te infiltre el desasosiego
y, como. lago en sosiego,
APRENDE A VIVIR EN PAZ.
(6)
No podrá ser rey del mundo
si el hombre es lobo del hombre.
Tan solo será un sub hombre,
¡ser simiesco y furibundo!
Si no domina rotundo
su instinto tosco y voraz,
el hombre será un disfraz
penoso del ser humano,
y por eso digo, hermano,
APRENDE A VIVIR EN PAZ.
(1998)
