Absolutismo ilustrado:
Los ilustrados eran un grupo de élite y como tal despreciaban al pueblo, al que no consideraban necesario en política. Su premisa:
“Todo por el pueblo pero sin el pueblo”
Absolutismo presidencialista
Por Ramiro Guerra Morales
Jurista y cientista politico
Guste o no, mientras la Constitución Nacional, está vigente, seguirá o seguiremos con régimen absolutamente presidencialista. El nuevo gobierno, deberá actuar con mucha cautela o cuidado de pensar que desde la presidencia se decide todo lo que tiene que ver con el resto de la institucionalidad del país.
Ese poder, que da estar al frente de un régimen acentuadamente presidencialista, constituye lo que los teóricos del Estado, llaman el lado negativo, la tentación autoritaria.
Ejercer o administrar el gobierno, es una cosa; y otra es el autoritarismo. Este último tiende a ser antidemocrático. Los riegos de este fenómeno, guarda relación con la capacidad de la Asamblea (Poder Legislativo) de ejercer con plenitud sus funciones fiscalizadoras.
¿Por qué lo anterior?
Los excesos y violaciones a la Constitución y los desplantes autoritarios al igual que la pobre capacidad de administrar el Estado, del gobierno por salir del ingeniero Juan Carlos Varela, corren por cuenta de la Asamblea Nacional.
Un ejemplo, si bien la Constitución, señala que la política exterior la maneja el jefe del Ejecutivo, eso no significa que en esa materia la impronta de los diputados esta anulada. El señor Varela, comprometió al país en una cruzada bélica contra Venezuela y la Asamblea guardó un silencio cómplice.
Veamos un tema teórico, muy abordado en la ciencia política. Mientras, no se ponga en movimiento el poder soberano, cuyo tutelar es el pueblo (el poder de los poderes). ¿Cuál es el Órgano del Estado, que mejor se acerca a la soberanía popular?
No tengo la menor duda, el Órgano que mayor expresa lo que en derecho se denomina la voluntad general, es la Asamblea Nacional. Allí, desde el punto formal están, en grado de aproximación, las diversas corrientes de pensamiento y expresión social. Aclaro, siendo cierto lo anterior, nunca podrá presentarse como el real poder soberano.