Trump se fue a la guerra

0
0
Donald Trump amenaza al mundo con su mosquete.

Por Mario Domínguez
Jubilado y miembro de Vanguardia Torrijista (VT)
@mariotonosi

”No te regocijes en su derrota, hombres. Porque aunque el mundo se ha levantado y ha detenido al bastardo, la perra que lo parió está en celo de nuevo”.
Bertolt Brecht
(Escrito como una advertencia a los intelectuales frente al surgimiento del fascismo nazi).

El bastardo Trump decidió elevar su batalla económica contra China e inició la guerra.

Como comandante en jefe de Estados Unidos, Trump toma las acciones de rigor para proteger sus flancos. En el flanco Norte, amenaza con convertir a Canadá en el estado 51 y propone comprar a Groenlandia. En el flanco Este, se tomó el Golfo de México y le cambió el nombre, lo que estará acompañado por medidas de aseguramiento. En el flanco Sur, trasladó tropas del ejército a la frontera con México y declaró que retomará el Canal de Panamá. Su flanco Oeste es el Asia-Pacifico, donde se localiza China, escenario de guerra.

Ordena una campaña para detener y expulsar a los migrantes indocumentados bajo el supuesto de que son terroristas y en algún momento ellos podrían cometer sabotajes dentro de Estados Unidos.

Además, libera las restricciones estratégicas sobre el petróleo de Estados Unidos, con lo que trata de garantizar el suministro de esa fuente de energía.

Como medida defensiva, firmó la autorización para dotar a Estados Unidos de una cúpula de hierro que le garantice seguridad frente a un ataque aéreo desde el extranjero.

Trump cuenta con el respaldo decidido de los oligarcas de la tecnología, quienes ya le ofrecieron tecnologías de drones para reemplazar los vuelos tripulados y el respaldo satelital.

Los barones de la tecnología ofrecen sus redes sociales para convencer a la opinión pública de todas partes y actúan cuáles Goebbels modernos encargados de difundir la doctrina trumpista.

Toda la estratégica militar de Estados Unidos se basaba en un posible enfrentamiento con Rusia, que tendría lugar en Europa y el Atlántico Norte, pero al cambiar de escenario las militares sembradas en Europa y el Atlántico dejan de ser útiles. Ante la necesidad de mover sus ejércitos del Atlántico al Pacífico, el Canal de Panamá tiene una importancia estratégica y ese es el apuro de Trump. Por lo tanto, los argumentos expuestos sobre Panamá son falsos y la actividad guerrera va más allá de lo dicho.

Hay distintas reacciones frente al actual momento histórico. Los pro yankees alegan que Trump tiene razón, los cobardes dicen que es imposible defender a Panamá y recomiendan rendirse inmediatamente. La mayoría de los panameños defiende la soberanía sobre todos nuestros recursos.

Esa conducta humana no es nueva. La guerra relámpago de Hitler no sólo era por los tanques artillados. En gran parte, se debía a que los pueblos invadidos simpatizaban con los argumentos del agresor.

Aquel bastardo del siglo pasado fue derrotado porque la sociedad de Estados Unidos, de Inglaterra y de la Unión Soviética (como líderes) no cedieron ante los cantos de sirenas. Lo enfrentaron y dijeron: ”No Pasarán”. Alinearon su moral, sus economías y sus ejércitos hasta lograr la victoria.

Lo que está en juego, además del Canal, es nuestra forma de vida, con los valores, principios y costumbres. En mi caso, jamás claudicaré ante este ataque a la humanidad.

Dejar una respuesta

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí