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La Orquesta Sinfónica de Montreal se ha asociado con una organización nacional de médicos para desarrollar un nuevo programa que permite a los galenos recetar a sus pacientes espectáculos musicales.
”Los médicos recetarán a los pacientes. Los pacientes nos llamarán. Y a cada paciente que nos llame le daremos dos entradas gratis”, dijo Mélanie La Couture, directora general de la Orquesta Sinfónica de Montreal, señalando que los pacientes podrán elegir el concierto que quieran.
Esta iniciativa es el ejemplo más reciente en Canadá de lo que se conoce como receta social, en la que los proveedores de atención médica prescriben cosas que normalmente están fuera del ámbito de la medicina, pero que pueden tener un impacto tremendo en la salud y el bienestar de las personas, como el arte, la naturaleza o las actividades comunitarias.
Esta es una práctica cada vez más común, y sus defensores afirman que reduce la soledad, mejora los resultados para la salud, alivia la carga en el sistema de salud y fomenta la tan necesaria confianza entre médicos y pacientes.

¿Por qué la orquesta?
Cuando Nicole Parent, directora ejecutiva de Médicos francófonos de Canadá, se puso en contacto por primera vez con La Couture, su intención era obtener un descuento en las entradas para los médicos. Pero su asociación pronto se transformó en algo más ambicioso.
”Hay una gran cantidad de datos basados en evidencia, que han demostrado que la música influye en el cuerpo y la mente de maneras extraordinarias”.
— Nicole Parent, directora ejecutiva de Médicos francófonos de Canadá.
Según los estudios, escuchar música libera endorfinas, que son analgésicos naturales y reguladores del estado de ánimo. Estimula la liberación de dopamina, la hormona del bienestar, relacionada con el placer, la memoria y la cognición. Además, reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
”Como resultado, la música proporciona beneficios, como la reducción del estrés y la ansiedad, el alivio del dolor y la mejora de la función cognitiva”, dijo Parent.
Pero ¿por qué prescribir música, en lugar de simplemente comunicar sus beneficios?
”Todos conocemos la influencia que un médico ejerce sobre su paciente”, dijo Parent. ”Si prescribe ir a escuchar una orquesta sinfónica, hay más probabilidades de que el paciente acepte la receta y vaya a un concierto”.
No sólo la orquesta
Kate Mulligan, de la Escuela de Salud Pública Dalla Lana de Toronto, afirmó que este tipo de receta médica también brinda a las personas la oportunidad de probar algo que de otro modo no habrían tenido acceso.
Mulligan, fundadora del Instituto Canadiense de Prescripción Social, afirmó que las personas en su campo están constantemente recopilando nuevos datos sobre cómo la interacción con el arte mejora el bienestar físico y mental de las personas.
Sin embargo, afirmó que muchas personas, especialmente en comunidades marginadas, no siempre tienen acceso a espacios como teatros, orquestas o galerías, ni se sienten bienvenidas en esos espacios, hasta que son invitadas.
”Por lo tanto, este tipo de programas pueden ser realmente útiles para que las personas se sientan más bienvenidas y aprendan lo que quieran y necesiten de estos programas, y luego ayudarlas a participar en las artes con mayor regularidad”.
— Kate Mulligan, Escuela de Salud Pública Dalla Lana de Toronto.
Para ella, la prescripción social no se trata solo de arte. También se trata de escuchar al paciente y encontrar qué es lo que tiene sentido para esa persona.
Un médico podría recetar una plaza en una clase de ejercicio o una membresía en una organización comunitaria. Algunos médicos también están recetando acceso a la naturaleza en forma de pases de acceso a los parques nacionales de Canadá.
Una doctora de Toronto causó revuelo hace unos años cuando le recetó a una paciente ”un cachorro a su elección, con paseos dos veces al día y mucho cariño”.
“Están sucediendo muchísimas cosas buenas en todo el país”, dijo Mulligan.
Idealmente, dijo Mulligan, prescribir una “receta social” implica un intermediario, generalmente un trabajador de salud comunitario, cuyo trabajo es ayudar al paciente a implementar la prescripción de una manera que tenga sentido para él.
Y cuando funciona, Mulligan afirma que los impactos de la prescripción social son generalizados.
Su organización publicó un informe el año pasado que concluyó que la prescripción social genera un retorno de 4,43 dólares por cada dólar invertido, en gran parte debido a una reducción en el número de admisiones al hospital, de las visitas a las salas de urgencia y las llamadas a ambulancias.
Por otra parte, el informe señala que esas ”recetas sociales” mejoran la confianza de la población en el sistema de salud.
Aunque el programa de prescripción de ir a escuchar a la Orquesta Sinfónica de Montreal recién ha empezado, Parent y La Couture afirmaron que muchos médicos ya han expresado su interés, al igual que las orquestas de Toronto y la ciudad de Quebec.
Dicen que irán recopilando datos del proyecto mientras averiguan cómo hacer que funcione. Después, esperan crecer.
”Es un primer paso”, dijo La Couture. Me encantaría expandir ese proyecto a gran escala”.
Fuente: CBC / S. Goodyear / C. Shantz-Hilkes
Adaptación: RCI / R. Valencia



