Por: GUILLERMO A. SALAZAR NICOLAU
Economista
Profesor en la Universidad de Panamá
Integrante Consejo Editorial de Bayano digital
Sección de Economía
«El multilateralismo selectivo no debe ser la opción para ninguno de nosotros».
En estos días de grandes retos se desarrolla, de manera virtual, la Conferencia del Foro Económico Mundial, en el cual ha tenido lugar la presentación del Presidente de la República Popular de China, S. E. Xi Jinping, en la que se destacan ideas y propuestas que deben ser tomadas en cuenta para lograr el avance de la humanidad.
El avance de la ciencia y la técnica, mediante la cooperación respetuosa entre los diversos pueblos y sociedades garantizará vencer los grandes obstáculos generados por el aislacionismo, la exclusión y el hegemonismo.
La continuidad de la humanidad en esta nuestra única casa es una tarea de todos, para lo cual debemos hacer uso de la cooperación e intercambio respetuoso de la diversidad, pero con el propósito de superar las desigualdades y así lograr una mayor gobernanza.
Corregir los excesos en el daño a la naturaleza fijándonos metas de corto, mediano y largo plazo, debe ser lo que oriente el accionar de todos, sin levantar muros, respetando los ambientes, sociedades y culturas diversas. Aplicando los avances científicos técnicos a la producción, elevando la multilateralidad a una forma más organizada de la sociedad, en donde logre un flujo constante de intercambio con reglas claras y de continuo perfeccionamiento.
El aprovechamiento de los recursos existentes para optimizar su uso, permitiendo el acceso a los resultados de la producción para todos los pueblos, garantizará un mayor nivel de desarrollo, reducirá las diferencias y permitirá vencer los obstáculos que se han estado levantando, en detrimentos de la humanidad.
La cooperación, el intercambio justo y sobre todo respetuoso de las diversidades debe ser la clave que impulse el vencer la pandemia que hoy y desde hace un año enfrenta la humanidad.
Se vislumbra un futuro prometedor para todos si nos guían esos principios apoyándonos en la convivencia pacífica, intercambiando conocimientos, técnicas e investigaciones que permitan mejorar, de manera sustancial, las condiciones de vida de los habitantes de nuestro planeta.
Actuar de manera contraria amenaza la existencia de todos, no es aislando como resolveremos las dificultades, es mediante el diálogo franco, respetuoso y comprometido como se resuelven las diferencias, prueba de ello lo conocemos los panameños con los Tratados Torrijos-Carter.
Herramientas para reducir las desigualdades existen, lo que requerimos es que las pongamos en práctica para obtener mejores condiciones de vida, producción y distribución de los resultados del trabajo.
Con la cooperación, la coordinación y la definición de objetivos de largo plazo, de manera planificada es que podremos incrementar los beneficios del disfrute de una convivencia pacífica, lo que sólo podrá ser posible mediante el intercambio permanente de ideas, sin exclusiones y sin pretensiones hegemónicas de ninguna de las partes.
Los pueblos deben hacer prevalecer la confianza en la humanidad, el apego a la vida en respeto con la naturaleza, enfrentando los daños que le ocasionamos a nuestra casa y aplicando los avances científicos para resolver las necesidades, sólo así podremos garantizarles a las futuras generaciones un ambiente apropiado para su desarrollo.
Y sí, estoy convencido que respetando las diversidades podremos garantizar una gobernanza global sin atropellos e injusticias, con bienestar y siempre mejores condiciones de vida para todos, con reglas claras y el accionar responsable de los dirigentes y de todos.