9(Redacción de Bayano digital)
El secretario general del Sindicato Único Nacional de la Construcción y Similares (SUNTRACS), Saúl Méndez, calificó de “rotundo éxito” la huelga de advertencia que este viernes paralizó durante una hora a la industria de la construcción en la República de Panamá.
Méndez afirmó en conferencia de prensa que unos 20.000 trabajadores del sector se adhirieron en forma solidaria, consecuente y militante a la paralización programada en todo el territorio nacional, en procura de salarios juntos para los obreros en tiempos de inflación.
Resaltó que esta protesta “ha sido un total éxito, por encima del 99 por ciento”, y sirve de advertencia a quienes regatean centavos a la clase trabajadora. Añadió que la movilización revela que los obreros están listos para una huelga general por tiempo indefinido, a partir del 4 de abril.
El SUNTRACS propuso un aumento escalonado de salario, hasta llegar a 0.70 centésimos de dólar en el 2025. Sin embargo, la, Cámara Panameña de la Construcción (CAPAC), que agrupa a los empresarios del sector, pretende reducir esos aumentos a 0.7 centésimos de dólar, por hora, bajo el argumento de “malos tiempos” registrados en el período post sindemia.
Al respecto, Méndez manifestó que ese argumento es falaz y no se ajusta a la realidad del pueblo trabajador, que cada día paga más caro los alimentos, las medicinas, los combustibles y la energía eléctrica. Añadió que una forma reaccionar a encarecimiento injusto, es a través del alza de salarios de la población laboral.
El dirigente sindical adujo que SUNTRACS ha estado abierto a la negociación para mejorar las remuneraciones y la calidad de vida de sus afiliados, pero aseveró que no tolerará que grupos de empresarios recalcitrantes opuestos a los reclamos intenten inmiscuirse en decisiones que competen a la clase trabajadora.
Diversos medios instaron al gobierno a emprender una acción mediadora urgente en el conflicto, pero hasta ahora han sido infructuosos los esfuerzos oficiales de conciliación para detener la huelga, que golpearía a uno de los sectores más dinámicos y con mayor efecto multiplicador en la economía panameña.