Por Pablo Gómez Barrios | amlat@rcinet.ca
Según un estudio de varios académicos de Estados Unidos, Dinamarca, Sudáfrica y Brasil publicado por la revista científica en línea Frontiers in Neuroanatomy, los perros, aunque no tengan el cerebro más grande, tienen más neuronas que los gatos.
El cerebro de un perro tiene alrededor de 530 millones de neuronas en su córtex cerebral, mientras que el de los gatos, por ejemplo, solamente 250 millones. A título comparativo, el córtex cerebral de los seres humanos cuenta con 16.000 millones de neuronas.
Como ya sabemos, las neuronas del córtex cerebral están asociadas al pensamiento, la planificación y el comportamiento complejo, todos estos atributos son considerados como signos distintivos de la inteligencia.
¿Podemos entonces pensar que porque el perro tiene más neuronas que el gato, es más inteligente? No, afirma Jacynthe Bouchard, especialista de comportamiento animal.
No, realmente no. Porque sabemos que es el posicionamiento de las neuronas el que determina la inteligencia del animal. Pero de todas formas ¿Qué es la inteligencia? La inteligencia del ser humano se dice que se debe al desarrollo de las neuronas en el lóbulo frontal. Pero, no sé dónde se desarrollan esas neuronas en el animal. Y si es verdaderamente un signo de inteligencia. ¿Es un perro más inteligente que una hormiga?
Las hormigas trabajan y tienen toda una organización digna de las más grandes metrópolis del mundo. Las abejas también. Algunos especialistas del cerebro humano afirman que hay cierto consenso entre los científicos para afirmar que en el ser humano no se debe hablar de inteligencia simplemente sino de inteligencias múltiples y que para ejecutar algunas tareas el ser humano moviliza no solo una sino varias áreas cerebrales al unísono. Por su parte la especialista del comportamiento animal no cree que el perro sea más inteligente que el gato.
Pienso que cada uno tiene una habilidad bien específica. Hay que saber hacer la diferencia entre la obediencia y la inteligencia. Tengo un perro que es extremadamente obediente, pero lo encuentro muy poco inteligente. Mientras que tengo otro que es muy inteligente. pero es muy desobediente.
Según la especialista en el comportamiento animal, a menudo estamos inclinados a pensar que porque un animal es obediente, es más inteligente. Eso no es cierto, dice.
Pero Suzana Herculano – Houzel de la Universidad Vanderbilt de EEUU, la responsable de la investigación internacional del artículo publicado por Frontiers in Neuroanatomy, afirma que, según el resultado de su investigación, los perros tienen la capacidad biológica de realizar tareas mucho más complejas que los gatos y que se adaptan socialmente con más facilidad que los gatos. Jacynthe Bouchard dice que eso es definitivamente cierto, pero…
¿Pero es eso la inteligencia? ¿Es ser inteligente ser capaz de adaptarse? ¿Es ser inteligente ser capaz de vivir en diferentes entornos? O acaso una araña o una rata no son inteligentes porque no son capaces de adaptarse. Una rata. por ejemplo, es capaz de sobrevivir en cualquier lugar y de adaptarse a cualquier entorno. Podemos entrenar a las ratas, como los perros, a detectar drogas o de cualquier otra cosa.
Según Jacynthe Bouchard, es difícil pronunciarse sobre la inteligencia porque aún hoy en día no sabemos qué es la inteligencia en los seres humanos. Podríamos definirla como la capacidad a encontrar soluciones. Si un animal es capaz de encontrar una solución a un problema, podemos decir, en efecto, que es inteligente, dice la especialista del comportamiento animal. Y, aun así, si el perro es capaz de abrir la puerta de un armario para ir a buscar la bolsa de basura ¿lo vuelve eso más inteligente?
Según la especialista del comportamiento animal, la inteligencia es la conciencia. La conciencia de sí mismo, la conciencia de encontrar herramientas. Y aquí se pueden mencionar algunas especies muy desarrolladas como los primates que utilizan herramientas. Algunas aves, como los cuervos, por ejemplo, son capaces de buscar herramientas para procurarse alimentos y su cerebro tiene menos neuronas que el del perro. En resumen, Jacynthe Bouchard es escéptica y se resiste a dejarse convencer que los perros son más inteligentes que los gatos porque tienen un poco más del doble de neuronas.
Habrá que hacer estudios más profundos que solo el recuento de las neuronas en el cerebro para lograr establecer con más precisión si el hecho de tener más neuronas, como es el caso del perro con respecto al gato, lo vuelve automáticamente más inteligente. Una historia a seguir.