Rusia aclara motivos de detención de periodista estadounidense

Por considerar que se trata de un tema de interés público, Bayano digial reproduce a continuación la carta remitida por el embajador de Rusia en Panamá, Evgeny M. Boykov, al diario local La Prensa, para aclarar los motivos de la detención del corresponsal de The Wall Street Journal Evan Gershkovich, acusado en Moscú de actividades de espionaje:

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Periodista estadounidense Evan Gershkovich. (Foto: AFP).

Estimados miembros de la redacción del diario ”La Prensa”:

He examinado cuidadosamente la carta abierta a mi nombre publicada en La Prensa en un formato digital. En dicha carta se exige la ”liberación inmediata” del corresponsal de The Wall Street Journal Evan Gershkovich. En este sentido, considero necesario llamar la atención de los distinguidos autores de la carta a las siguientes circunstancias.

Según un comunicado oficial del Servicio Federal de Seguridad de la Federación de Rusia (FSB), el ciudadano estadounidense Evan Gershkovich fue detenido in fraganti al intentar obtener información que constituye un secreto de Estado. De acuerdo con el artículo 276 del Código Penal de la Federación de Rusia (“Espionaje”), se inició una causa penal en su contra. Según los informes de los órganos del FSB, existen razones para creer que el periodista extranjero podía abusar de su posición, incluida la acreditación que se le otorgó, para encubrir actividades ilegales. Estoy convencido de que cualquier Estado que vele por la seguridad de sus ciudadanos tiene todo el derecho de tratar tales sospechas con máxima seriedad.

A diferencia de las afirmaciones alejadas de la verdad que hicieron los autores de la carta, la detención de Evan Gershkovich se efectuó en estricta conformidad con las normas de la legislación de Rusia. Se garantizó el libre acceso al detenido para sus abogados, así como los funcionarios consulares de la Embajada de los Estados Unidos en Moscú. Cabe indicar que la responsabilidad por investigar las circunstancias del caso recae en los organismos públicos de investigación, mientras que establecer la verdad y determinar a los culpables son prerrogativas del poder judicial. Cualquier intento de ejercer presión en las citadas autoridades competentes constituye una injerencia en los procedimientos legales que existen en nuestro país, lo que es, por decir lo menos, insensato y contraproducente.

También me gustaría hacer resaltar, con tristeza, que los respetados autores de la carta que tanto se preocupan por el destino de Evan Gershkovich, por alguna razón hicieron caso omiso de una serie de violaciones atroces de la libertad de expresión, cuyas víctimas, sin duda alguna, merecen la más amplia solidaridad internacional. En particular, se trata de prohibiciones y sanciones ilegítimas contra los medios rusos RT y Sputnik en varios países occidentales, la persecución de decenas de reporteros por motivos políticos en los países bálticos, así como los brutales atentados terroristas ucranianos contra los periodistas rusos Daria Dúguina y, más recientemente, Maxim Fomín. No me queda más que albergar la esperanza de que la respetada redacción de La Prensa no les haya brindado sus palabras de apoyo por pura casualidad o descuido, y no por un enfoque de doble rasero en relación con aquellos de sus colegas a quienes se les tocó la mala suerte de tener la ciudadanía o las opiniones políticas “equivocadas”.

Evgeny M. Boykov

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