Quienes más reclamamos por la paz, somos los que vivimos los años de guerra

Entrevista con el periodista Adolfo Pastrán (II Parte)

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Cecilio E. Simon E.
Especial desde Managua
Redacción de Bayano digital

La segunda  parte de la entrevista, realizada el sábado 21 de julio al periodista nicaragüense Adolfo Pastrán, Bayano digital aborda el tema de las muertes, quiénes y cuántos son y el rol de la CIDH.

BD:- La embajadora de los Estados en Naciones Unidas Nikki Haley, declaró que en Nicaragua ha habido más personas muertas que en Venezuela.

JP:- No se debe olvidar que en Nicaragua vivimos revoluciones armadas. Luchas fratricidas en los años 80 con un ejército irregular financiado por los Estados Unidos y el Frente Sandinista en le poder. Aquí tenemos una sociedad con mucha experiencia en lucha armada y con la frustración política de no poder derrotar al Frente Sandinista en las urnas.  Ellos quisieran la ruptura del orden constitucional; una salida forzada y abrupta para subir al poder que no han logrado en las urnas.

Toda muerte es lamentable venga de donde venga. Nos duelen porque todos somos nicaragüenses que debiéramos resolver nuestros problemas en la mesa del diálogo y no confrontados en las calles.

Sabemos cómo una guerra fratricida divide a la sociedad y a la familia, cómo sometió a los nicaragüenses a la extrema pobreza y nos hizo retroceder treinta años en el desarrollo humano.

BD:- Hablemos de las cifras de muertes, ¿Cuántas víctimas se han producido y cuál es su distribución?

JP:- Hay mucha manipulación de las cifras se habla de más de 350 víctimas. Sin embargo la Comisión de la Verdad reporta 260, de los cuales 64 no se han identificado plenamente, 13 no fueron víctimas del conflicto y 8 reportaron que no están muertas. El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos habla de una cifra similar y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) aún no tiene una cifra exacta.

De acuerdo a la Comisión de la Verdad, todas las víctimas no son opositoras al gobierno. La lista de las personas que murieron incluye:

Diez son estudiantes universitarios. La mayoría son trabajadores por cuenta propia (57), obreros (47) desempleados (28); 25 personas que estaban en la calle o que participaron de la revuelta y en los tranques murieron por fuego cruzado; 24 policías y un significativo número de sandinistas perdieron la vida de manos de gente de la oposición.

BD:- Se han difundido vídeos de éstos en el que se incineran cadáveres.  ¿Quiénes prendieron fuego a esos cadáveres?

JP:- Esa es una muy buena pregunta, porque se han realizado vejámenes, torturas, quema de personas vivas, profanación de cadáveres y en general violación a los derechos humanos cometidos por grupos radicales de la oposición que quieren una salida abrupta a la crisis.

Ellos asesinaron a un ciudadano sandinista que estaba trabajando para la Alcaldía de Managua limpiando y levantando las barricadas. Lo capturaron y después de asesinarlo le prendieron fuego en la calle. Profanaron el cuerpo de ese ciudadano.

Uno de estos grupos capturó a un Policía Nacional en el Departamento de Masaya, cuando él iba de paso a ver a sus familiares a un lugar cercano. Lo torturaron durante 48 horas y aún con vida le prendieron fuego.

  • En los últimos 40 años no habíamos vivido una situación dramática similar. Nos hizo recordar al grupo terrorista ISIS en Siria. Ellos hacían ese tipo de cosas.

BD:- ¿Quiénes filmaron?

JP:- Ellos mismos. Los que mataron a esas personas filmaron y se incriminaron.  Vimos vídeos terribles; esa gente celebrando a la orilla del cadáver mientras le prendían fuego. Gritaban alegres al rededor del muerto.

BD:- ¿Por qué hicieron eso?

JP:- Eso no tiene ninguna explicación ni justificación, es un acto de terrorismo y de odio.

BD:- ¿Qué dice la CIDH de estos hechos?

JP:- Ellos dicen que solamente los Estados violan los derechos humanos, no los particulares.  Se limitan a lamentar lo acontecido, consideran que las actuaciones de los particulares son delitos comunes, que deben ser sancionados de acuerdo al Código Penal de Nicaragua.  Es decir que las autoridades tienen que apresarlos, investigarlos, acusarlos, enjuiciarlos.

 

Capturados asesinos de Francisco Arauz Pineda, empleado de la Alcaldía de Managua

Pero cuando las autoridades intervienen, entonces se produce el conflicto y los organismos locales junto a la CIDH alegan que son inocentes, que los están persiguiendo, les están violando sus derechos humanos.

Esta es una situación producto de la polarización y la conflictividad que estamos viviendo en Nicaragua.

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