¿Qué pasa con la Cebolla?

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Ing. Juan Carlos Calzadilla
Productor

El mundo está en guerra contra el COVID-19, donde este virus ha desenmascarado el colapso de un sistema concentrado, excluyente de los sectores productivos, desmantela el aparato estatal y su papel de promotor y planificador de la producción (neoliberal).

Hoy la oferta mundial de alimentos ha disminuido, pues las condiciones no típicas del mercado de alimentos, ha variado y los países, que históricamente han ofertado la venta de alimentos, en esta coyuntura se reservan el derecho de no vender y tener reservas de alimentos en silos, pues existe incertidumbre, en el mundo.

Esta es una interpretación del mundo de oferta de alimentos, pero venimos a nuestra realidad y nos vemos frente a otra realidad, caracterizada por la desidia, la improvisación, el poco importa, por las leyes del mercado.

Dos factores importantes están gravitando sobre la coyuntura, por la escasez de CEBOLLA. Ambos vinculados a la conducta leseferista del estado y son:

  • Durante mucho tiempo la actitud del estado ha sido burlar los acuerdos que se llegan en las mesas de cadena alimentaria, entre estado, los productores, los importadores y cadenas de supermercados, son burlados, creando desánimo, desconfianza, retiro de la actividad, en resumidas cuentas, disminución de las áreas de cultivo y así la oferta de este producto. A lo anterior le agregamos la especulación en los precios, sin que nadie intervenga.
  • La oferta mundial de cebolla no es como antes, el único país, que aparentemente está en condiciones de ofertar el producto es Holanda, pero desde el punto de vista sanitario este producto está comprometido con tema sanitario.

Un Estado preocupado por la satisfacción del consumo de un producto tan importante en la canasta básica, debería crear condiciones para garantizar la demanda nacional. Las autoridades proponen como alternativa importar con urgencia este producto de Holanda, a pesar de la prohibición su venta.  Los productores de Tierras Altas en Chiriquí denunciaron su contaminación y consideran que solo se venda la cebolla producida en la provincia.

En resumidas cuentas, queda en evidencia de la importancia de la SOBERANIA ALIMENTARIA Y SEGURIDAD ALIMENTARIA.  Pero al parecer estamos en un barco sin capitán y sin rumbo.

 

 

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