Por Antonio Saldaña
Abogado y analista político
El 24 de febrero se cumplirá un año del inicio de la ”operación militar especial” lanzada por la Federación de Rusia en Ucrania para salvaguardar su seguridad nacional y responder a la geopolitica unipolar del imperialismo estadounidense, que tiene como ”cabeza de playa” del expansionismo geopolítico unipolar a la Alianza Militar del Atlántico Norte (OTAN), dirigido hacia países del Este de Europa.
Los antecedentes más inmediatos se remontan al año 91 de la última década del siglo pasado, cuando el Secretario de Estado de EE.UU, James Backer, del gobierno del presidente norteamericano George Bush, le prometió al último lider de la Unión Soviética, Mijail Gorbachov, que la OTAN no se movería ”ni una pulgada” hacia los territorios de las ex repúblicas de la URSS.
Y, más recientemente, por el incumplimiento de los ”Acuerdos de Minsk” de 2014 y 2015, firmados por representantes de Ucrania, Rusia, de la República Popular de Donetsk (RPD) y la de República Popular de Lugansk (RPL), con el auspicio de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), para poner fin a la guerra, producto de la lucha de liberación nacional del Donbás en el este del país ”Rus”.
La escalada del conflicto bélico y la obstrucción sistemática de una solución diplomática y negociada, responde sobre todo, a los intereses económicos y geopolíticos estadounidenses y en la que los 27 países de la Unión Europea (UE) desempeñan el triste papel de títeres de la abierta y descarada política unipolar de Joe Biden, cuyo otro propósito es beneficiar al ”Complejo Industrial Militar”, dado que al cabo de un año de la guerra, EE.UU ha proporcionado según fuentes oficiales más de 40.000 millones de dólares y, extraoficialmente, la suma se estima en alrededor de 100.000 millones de dólares en ”ayuda” militar norteamericana; a la que hay que agregar otros 50.000 millones provenientes de la UE al payaso de Kiev, transfigurado por ”obra y gracia” de la propaganda bélica del monopolio mediático occidental en ”Der Führer” (líder máximo).
Las consecuencias de esta ”guerra injusta” es catastrófica y deshumanizada para el pueblo ”Rus” (Ucranianos y rusos). Ya que se cuenta por decenas de miles los muertos por ambos bandos, además de 15 millones de seres humanos de origen ucraniano desplazados, de los cuales, la mitad han ido al extranjero y resto en territorio de la propia Ucrania.
La economía y la infraestructura del país del Este de Europa está casi totalmente devastada y la economía global se aproxima peligrosamente a una profunda recesión económica por causa de esta conflagración; además de que el péndulo del Armagedón nuclear gravita, sin duda, sobre la cabeza de la humanidad.
Finalmente, al cabo de un año de una guerra deshumanizante, no se otea en el horizonte inmediato una salida negociada de corto plazo.
A menos que todos los pueblos del mundo eleven un clamor de paz, de tal magnitud que estremezca a las élites hegemónicas globales y haga temblar el mismísimo cielo.
Así de sencilla es la cosa!
