Y tú me preguntas qué es Soberanía

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Estudiantes portando la bandera tricolor de Panamá.

Por José Zamora Valdés

Papá ‒me dijo mi hijo‒ un niño casi adolescente…

-¿Qué es Soberanía?… -¿Se puede comer Soberanía?…

Respiré hondo y le contesté a su alma y a su mente…

                                          SO-BE-RA-NÍ-A…

¡Soberanía es Panamá! Su historia y geografía.

Es anhelo, ilusión, realidad y fantasía;

amor, pasión, mi sueños y quimeras

y la pena que me embarga el corazón

por mi Himno, mi Escudo y mi Bandera,

los símbolos más puros de esta tierra mía…

Lo que es y será mi Nación, Panamá,

que hoy está en agonía…

Todo eso y más es Soberanía…

 

Y tú me preguntas ¿Qué es Soberanía?…

Que si ¿se puede comer soberanía?…

 

¿Podrá alguna vez comerse la poesía?

¿Se puede equiparar la Patria y el dinero?

¿Se puede comprar o vender Soberanía?

¿El amor a la madre?

¿A un hijo?

¿A nuestro suelo?

 

¿Qué tan fuerte y poderoso es Don Dinero

que puede subyugar a un pueblo entero?…

 

Tenemos que vivir, tenemos que existir,

tal vez nacer de nuevo,

para poder comprender y plenamente entender…

Que la Patria ¿importa menos que el dinero?

Que ante la Patria ¿el dinero va primero?

 

Es aceptar, sin discutir, que no se puede comer soberanía…

Que es mejor tener, para poder comer, el dólar cada día

Que si los Gringos se van no podremos vivir,

y todos moriremos.

 

Que ellos son como el pan y aquí tienen que seguir

o nos jodemos.

 

Que de amor por nuestra madre no comemos

y que es por gusto que a la Bandera amemos,

porque la Patria es sólo un cuento de pendejos…

 

Porque, si es así, los Gringos no deben jamás irse

y si es preciso, por qué no, prostituirse,

si con eso se consigue buen dinero…

 

Además, enseñarles a nuestros hijos

que es el dólar, ante todo, lo primero,

que tiene más valor que el sacrosanto amor

que a Dios tenemos…

 

Que a los Gringos en la Zona… perpetuaremos.

Que al poema “Patria”, de Miró, yo los prefiero

Que Patria sin los Gringos no la quiero

Y que el mismo Jesús se derrumbó,

porque Dios no se come o da dinero…

 

La Patria ya no son “los viejos senderos retorcidos

que el pie desde la infancia sin tregua recorrió”

Son bases militares y soldados,

Maridos rubios y negros, bien surtidos.

Son empleados en el Army, bien pagados,

con buen billete para hacer supermercado…

 

Gaspar Octavio Hernández, ¿Estaba equivocado?   

“Bandera de la Patria

Si vez que el hado ciego en los Istmeños puso cobardía

desciende al Istmo convertida en fuego”…

por una cuota de poder y unos centavos

en una Base te vendieron Patria mía…

 

¿También se equivocó Nacho Valdés

cuando su amor le cantaba a la Bandera?

ahora el sentimiento es al revés

por unos dólares la venden a cualquiera

“Las estrellas que en ti luces

nos enseñan el camino que conduce a tu destino

donde serás siempre inmortal”.

Que se queden para siempre los vecinos

y que sea de la Patria su destino,

ya no inmortal… sólo inmoral…

 

Eduardo Maduro, estuviste despistado

al cantar “Panamá la Patria Mía cielo grato

encantador”

Si vivieras serias otro defraudado.

Tú cantaste con amor soberanía

a la Patria en todo su esplendor…

a una Patria que pierde día tras día…

 

José Franco, poeta quien diría,

tú qué hiciste de la Patria rima y verso,

que hoy resulta una trágica ironía,

hablar de “Panamá Defendida”,

nuestra gente a otra bandera dando besos,

porque el dólar les brinda mejor vida…

 

Amelia Denis, tu poema al Cerro Ancón de tus amores,

a tu Chorrillo, que “al pisarlo un extraño se secó”.

No vale un dólar ante el placer y el gozo,

que a muchos de los nuestros la invasión ocasiono…

 

y tú, Chiricano, Mario J. de Obaldía,

¿Me pregunto si estarías del todo cuerdo

cuando escribiste a “Panamá en el Recuerdo”,

tu canto de amor a la Soberanía…?

Y la saratina Gladys de la Lastra

que a “Panamá Soberana” le canto,

nunca pensó en comer Soberanía

y de la Patria nunca se sirvió…

 

“Es mi gran ideal verla enarbolar

y que se reafirme su Soberanía en el Canal”…

 

Todo eso lo tendremos que cambiar

y tal vez a nuestros hijos enseñar…

 

Es mi gran ideal lograr perpetuar  

la presencia gringa sobre mi patria y en el canal…

 

Entonces ellos nos dirán…¡Ellos nos dirán!

Valores Cívicos y Morales,

eso es bueno para Panamá

y buen remedio para nuestros males,

y hablarán de justicia y dignidad

y que todos además somos iguales;

y el credo de los Derechos Humanos,

porque todo panameño es nuestro hermano…

 

Hablarán de democracia y libertad;

de honradez, de familia y de verdad;

de Patria, Dios y de trabajo…

 

-Que por los Gringos hemos sido liberados-

-Que ha sido Justa Causa de invasión-

y que al Gringo hay que darle el corazón…

 

Y que, además, y por Constitución,

Panamá jamás tendrá:

patriotas, ejército o soldados.

Que por siempre hemos sido condenados,

a ser un pueblo de eunucos y castrados…

 

Y escucharemos decir a dirigentes,

a gente capaz y preparada

que no vale la pena ser independientes,

que la Soberanía no vale nada;

que no significa más trabajo;

que con ella no se hace supermercado…

 

Que el invasor nuestra raza ha mejorado…

Y tú me preguntas ¿Qué es Soberanía?…

Que si ¿se puede comer Soberanía?.

 

Perdona el sacrilegio Patria mía,

Madre Tierra, concédeme el perdón

Creo en ti, creo en tu Soberanía,

en mi Himno, en mi Escudo y mi Pendón…

 

Tenemos que vivir, tenemos que existir,

tal vez nacer de nuevo,

para hacer comprender, a nuestros hijos saber

que la Patria está primero que el dinero…

 

20 de diciembre de 1991.

Del libro: Diciembre de Patria y de Olvido.

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