Venezuela y un nuevo esquema financiero contra bloqueo de EE.UU.

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Venezuela adopta nuevo esquema financiero.

Por Livia Rodríguez Delis

Caracas (PL) – Con la primera reunión del gobierno con sus acreedores y la firma de un acuerdo con Rusia, Venezuela entró en un nuevo esquema financiero para neutralizar el bloqueo promovido por Estados Unidos a pedido de la oposición del país sudamericano.

Desde que en agosto el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó un decreto para materializar el cerco, se recrudeció el asedio a las divisas y los principales recursos de los venezolanos que se mueven en el exterior. Las medidas de Trump ponen trabas al comercio con el gobierno venezolano y facilitan acciones para intentar que este no cumpla con sus compromisos financieros como el pago a los tenedores de bonos de la estatal Petróleos de Venezuela S.A. (Pdvsa).

Estados Unidos, mediante la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), utiliza acciones contra Pdvsa para agredir a la economía venezolana con el objetivo de entorpecer el pago de la deuda y así bloquear su acceso al financiamiento.

Con ese fin, emplea análisis manipulados de calificadoras de riesgo país, cómplices de su guerra financiera, para brindar una imagen tergiversada de resquebrajamiento de la nación sudamericana que le imposibilita el cumplimiento de sus compromisos internacionales.

Recientemente, el Ministerio venezolano de Economía y Finanzas denunció la falsa calificación de la agencia estadounidense Standart & Poors, que pretende divulgar un supuesto retraso del país en el pago de algunos bonos.

De acuerdo con expertos, es clara la intención de Washington de afectar la principal fuente de financiamiento de los programas económicos y sociales que se desarrollan en Venezuela y así dañar las políticas públicas que impulsa el gobierno bolivariano en favor del pueblo, para incentivar un cambio de gobierno.

El politólogo Miguel Jaimes indicó que en los últimos cuatro años el país dejó de percibir más de 100 mil millones de dólares por las restricciones económicas y financieras impuestas por el gobierno estadounidense, mientras que pagó en deuda externa más de 71,7 mil millones de dólares.

Las principales agencias financieras norteamericanas influenciadas por Washington desde la administración de Barack Obama, se niegan a otorgar préstamos, pero la situación “ha sido mucho más difícil e inaguantable” con la presidencia de Donald Trump, argumentó.

La pretensión del Departamento del Tesoro de paralizar el pago de los intereses de los bonos 2021, 2024, 2026 y 2025 busca que las evaluadoras mundiales incrementen el riesgo país como una herramienta política a fin de que Venezuela se declare en default (cese de pagos), y así poder tener una excusa para perpetrar una intervención internacional, alertó.

En respuesta, el presidente Nicolás Maduro instruyó la renegociación y reestructuración de la deuda externa, que tuvo su primera reunión en Caracas con la participación del 91 por ciento de los acreedores, lo cual fue valorado como un éxito rotundo por el gobierno.

La iniciativa del mandatario venezolano fue avalada también por el experto, el director de la encuestadora Datanálisis, Luis Vicente León, quien consideró como una acción positiva la renegociación con los tenedores de bonos de las condiciones de la deuda externa de la República y de Pdvsa.

Advirtió también que no es recomendable que el país entre en default (cese de pagos), como desean los ultraderechistas venezolanos que apadrina Washington, pues esa situación afectaría al pueblo y el desarrollo de la economía nacional.

“El éxito no es un default y una sanción internacional masiva. Es la negociación que trate de evitarlo. Lo otro es un suicidio colectivo”, alertó a través de su cuenta en Twitter.

Indicó que los únicos beneficiarios de un incumplimiento de pagos por parte de Venezuela serían quienes poseen derivados de los bonos, las compañías de seguros de default, abogados de quiebra y los llamados fondos buitres.

Estos se encargan de adquirir a precios mínimos los bonos de deuda pública de países que enfrentan coyunturas económicas, para cobrarlos con intereses en el futuro y triplicar su inversión.

León acotó que el 75 por ciento de los acreedores de la deuda externa venezolana son norteamericanos, por lo que “quisieran que se negocie y flexibilicen sanciones para evitar pérdidas muy elevadas por default”.

El director de Datanálisis recordó que Venezuela no ha incurrido en cesación de pagos, y que “sigue pagando y ofrece pagar”, como lo ratificaron también especialistas como Andrés Giuseppe y Rony Boza, entre otros.

Por otra parte, el gobierno bolivariano consideró como altamente positiva y muy auspiciosa la reunión del 13 de noviembre para la renegociación de la deuda, a la cual asistieron consignatarios venezolanos y de Estados Unidos, Panamá, Reino Unido, Portugal, Colombia, Chile, Argentina, Japón y Alemania.

El encuentro propició la oportunidad para ratificar que Venezuela mantiene su obligación de cumplir con sus compromisos financieros, como lo ha realizado hasta el momento, pese a los intentos de desestabilizar la nación sudamericana por parte de Washington y los acólitos locales.

Además, sirvió para patentizar la intención de las autoridades venezolanas de superar esos obstáculos, “a través de mecanismos serios, claros y abiertos, emprendidos de manera común” con los tenedores, según se citó en un comunicado oficial.

Acuerdo ruso-venezolano: muestra de confianza y emprendimiento a futuro

Como resultado de la reunión de la comitiva gubernamental con los acreedores, las autoridades rusas y venezolanas signaron un Protocolo de Enmienda del Financiamiento, que posibilita extender el plazo de pago de una deuda valorada en 3.150 millones de dólares.

El acuerdo firmado el 15 de noviembre, refiere una reducción de la carga financiera, que redundará en la liberación de recursos para atender las necesidades del pueblo venezolano y el desarrollo económico del país sudamericano.

Al respecto, el vicepresidente del Área Económica, Wilmar Castro, informó que generará nuevas oportunidades financieras para el país, que estarán enfocadas en los 15 motores productivos dirigidos a diversificar el modelo económico nacional.

Sostuvo que este refinanciamiento demuestra la confianza del sector financiero internacional en el Gobierno venezolano, pues ratificó la disposición y la capacidad de Venezuela para cumplir con sus compromisos de pago.

En concordancia con esos principios, la nación sudamericana inició también la transferencia de más de 199 millones de dólares para la liquidación de los intereses relacionados con los bonos de 2019 y 2024, según confirmó el Ministerio de Economía y Finanzas en la red social Twitter.

El nuevo desembolso del estado venezolano se suma a los más de 73 millones de dólares que ha cancelado la nación en los últimos 36 meses por concepto de pago de capital e intereses.

Aunado a esa erogación, Pdvsa anunció el pago de intereses a los tenedores de bonos con vencimiento en 2027.

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