Santos anuncia el “fin de la guerra” tras histórico acuerdo con las FARC

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Los negociadores de las FARC, Iván Márquez, y del gobierno, Humberto de la Calle.

Santos anuncia el “fin de la guerra” tras histórico acuerdo con las FARC

Por RFI

El gobierno y las FARC alcanzaron un acuerdo de paz definitivo. ‘Cumplí con el mandato que me dieron’, dijo Santos dirigiéndose a los colombianos. El pacto prevé que las FARC depongan las armas y se conviertan en partido político. El plebiscito para ratificar los acuerdos se realizará el 2 de octubre.

Después de casi cuatro años de discusiones, el gobierno y las FARC suscribieron este miércoles 25 de agosto en La Habana un acuerdo definitivo en seis puntos.

“¡Podemos decir que se acabó la guerra y hacer este anuncio histórico!”, manifestó Santos.

“Hemos ganado la más hermosa de todas la batallas: la de la paz de Colombia”, proclamó Iván Márquez, jefe negociador de los rebeldes tras suscribir el pacto con Humberto De la Calle, su contraparte del gobierno.

Con el cierre de la negociación en Cuba, las FARC se aprestan a compartir con sus tropas el texto y su máximo líder, Rodrigo Londoño, conocido como Timoleón Jiménez alias Timochenko, insta a “buscar la reconciliación”.

Las tropas guerrilleras deben ratificar este acuerdo final y definitivo. Luego, Santos y Timochenko lo firmarán para poner fin al conflicto.

Júbilo

En Bogotá y Cali centenares de personas, que siguieron el anuncio a través de pantallas gigantes, estallaron de júbilo y agitaron banderas nacionales. Muchos ondeaban en Colombia banderas patrias y agitaban globos blancos celebrando la noticia.

“Es un clamor popular, un grito nacional para que se acabe esta guerra fratricida”, confió a la AFP José Cruz, un activista por los derechos humanos.

Se espera que las FARC inicien su desarme en un plazo de seis meses contados a partir de su concentración en 23 zonas y ocho campamentos en Colombia. Observadores desarmados de la ONU y delegados de las FARC y el gobierno verificarán el proceso de dejación de armas, con las cuales se levantarán tres monumentos.

Santos anunció que este jueves enviará al Congreso el texto definitivo del acuerdo final de seis puntos, y lo publicará para que “nadie” pueda decir que no lo conoce.

Plebiscito

Aun cuando las negociaciones cerraron exitosamente, Colombia todavía deberá esperar a que lo pactado en La Habana sea aprobado por los colombianos. La fecha fue fijada para el 2 de octubre.

Solo si el acuerdo supera la prueba en las urnas (para lo cual requiere al menos 4,4 millones de votos afirmativos y que el «No» tenga una votación menor), podrá decirse que es el principio del fin del último conflicto armado en América.

“La decisión, colombianos, está en sus manos”, dijo Santos, y destacó que el plebiscito será “la votación más importante de nuestras vidas”.

Participación política

Las FARC deben deponer las armas y crear su propio movimiento político. En ningún caso, podrán hacer política mientras sigan portando armas.

Sobre esta participación política, el presidente Santos precisó que los guerrilleros tendrán representantes con voz pero sin voto. Los temas que podrán tratar en el Congreso estarán circunscritos a las leyes que permitirán poner en marcha los acuerdos de paz.

Durante las elecciones de 2018 y 2022, los guerrilleros tendrán garantizados cinco curules en el Senado y cinco en la Cámara. Estos escaños los obtendrán independientemente de la votación que obtengan sus candidatos.

Escepticismo

Un sector influyente en Colombia, encabezado por el expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), se opone firmemente a lo pactado en La Habana por considerar que dejará en la impunidad delitos atroces de las FARC.

El compromiso alcanzado en Cuba establece que quienes confiesen sus crímenes atroces ante un tribunal especial podrán evitar la cárcel y recibir penas alternativas. Si no lo hacen, y son declarados culpables, serán condenados a penas de ocho a 20 años de prisión.

“La votación del plebiscito marcará el inicio de todo (lo pactado). Si gana el No, se pueden recomponer los acuerdos desde el punto de vista jurídico, pero políticamente sería muy complicado. Se vendría de nuevo la guerra”, dijo a la AFP Ariel Ávila, analista del Observatorio Paz y Reconciliación.

En junio, cientos de personas celebraron en Bogotá el cese de hostilidades, en el marco de las negociaciones. (Foto: EFE).
En junio, cientos de personas celebraron en Bogotá el cese de hostilidades, en el marco de las negociaciones. (Foto: EFE).

Información adicional de Bayano:

Uno de los efectos de la prolongada guerra en Colombia, ha sido la pérdida de más de 220.000 vidas humanas, así como el desplazamiento forzoso de personas. En el 2000, el gobierno de Estados Unidos comenzó a enviar miles de millones de dólares para financiar acciones bélicas en el contexto del Plan Colombia, que contribuyó al repliegue de las FARC. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, saludó la firma del acuerdo.

Obama adujo que “es un día histórico para el pueblo de Colombia. Con la finalización del acuerdo de paz entre Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, la guerra más duradera en el hemisferio oeste está llegando a su fin”. Añadió que “hemos sido testigos, una vez más, que el compromiso sostenido y la diplomacia y la reconciliación pueden superar incluso los conflictos más arraigados”.

Sin embargo, en materia de derechos humanos, conviene repasar algunas tendencias del desplazamiento acelerado por el apoyo del antiguo republicano a la guerra en Colombia, previo al acuerdo de paz alcanzado en La Habana.

Desde 1997 al 1 de diciembre de 2013 fueron registradas oficialmente 5.185.406 personas desplazadas internas con un impacto desproporcionado en la población afrocolombiana y las comunidades indígenas. De esas declaraciones, 99.150 personas han sido víctimas de desplazamiento en 2012.

Entre el año 2007 y el 2013 aumentó la concentración de la tasa de expulsión en el país. Mientras que en el 2007 el 25% de las tasas de expulsión se concentraba en 17 municipios, en el 2013 sólo 10 municipios (Buenaventura, Medellín, Tierralta, Suárez, Ricaurte, Riosucio, López de Micay y Puerto Asís) concentraron el 50%.

Los tres departamentos con la concentración más alta de eventos de desplazamientos masivos (más de 50 personas) durante el 2013 son Nariño, Antioquia y Chocó (Costa Pacífica). Sólo entre enero y noviembre de 2013, el ACNUR registró un total de noventa eventos de desplazamiento masivo, afectando a cerca de 6.881 familias. La mayoría de los desplazados internos, va de zonas rurales a centros urbanos, aunque los desplazamientos intraurbanos también están en aumento, ya que el 51% los desplazados internos residen en las 25 ciudades principales de Colombia.

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