Reabren el Museo del Mundo de Viena

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La pieza de arte única pertenece al acervo del Museo del Mundo de Viena, antes llamado Museo de Etnología. (Foto: @KHM-Museums Verband).

El Penacho de Moctezuma es una de las piezas estelares de ese recinto sometido a una renovación integral.

Por Alejandra Ortiz Castañares
Especial para La Jornada

Después de una renovación integral que duró tres años y con la expectativa de duplicar la afluencia el Weltmuseum Wien (Museo del Mundo de Viena), antes Museo de Etnología, reabrió sus puertas.

La ubicación del recinto, en el Palacio Imperial de Hofburg, sede de la realeza austriaca por seis siglos, reafirma el origen de su colección, al igual que el resto de los museos ahí edificados.

El museo remozado ocupa 4.000 metros cuadrados en dos pisos (la exposición permanente está en el nivel superior), y posee una colección etnográfica de 250.000 piezas de los cinco continentes. Es tan vasta, que sólo se muestra al público 1.5 por ciento.

Una de las piezas estelares del museo es el Penacho de Moctezuma, objeto de plumas de quetzal y otras aves, único, central en el imaginario colectivo mexicano y símbolo aparente de reclamo patrimonial nacional par excellence, hasta ahora frustrado.

Sin embargo, el penacho debería apreciarse per se, por su belleza, antigüedad y rareza, cualidades suficientes para amarlo, y no por simbologías adosadas ajenas a la realidad.

En entrevista con La Jornada, dos de las máximas autoridades del Museo del Mundo de Viena, encargadas de su custodia, así como un especialista mexicano, invitan al lector a navegar por las pantanosas aguas del mito y conocer tantos equívocos en torno de esa obra de arte plumario.

Al respecto, los argumentos sustanciales son: ningún gobierno mexicano ha reclamado oficialmente el penacho a Austria y hasta hoy no se tiene prueba alguna de que ese objeto hubiese pertenecido a Moctezuma, o por lo menos no fue uno de sus ajuares fundamentales.

La copia mostrada en el Museo Nacional de Antropología (MNA), en la Ciudad de México, paradójicamente es una mímesis acrítica de la museografía austriaca, que inicialmente así la expuso por creerse un objeto distinto (no un tocado), y más tarde mantenida por motivos de conservación. México debería desligarse de aquella y exhibirla en su aspecto presumiblemente original, tridimensional, no plano.

Johannes Neurath, de origen austriaco, subdirector de Etnografía del MNA, explica: “La atribución penacho de Moctezuma surgió a finales del siglo XIX por la especulación de (Ferdinand von Hochstetter), curador del Museo de Historia Natural de Viena. No es un emblema de la realeza mexica, porque el tlatoani usó una diadema de turquesa. La copia que se exhibe en el MNA no se parece mucho a la pieza de Viena, pero la hizo un señor Moctezuma, así que la nominación Penacho de Moctezuma es en este caso apropiada”.

A la pregunta: ¿Si el nombre Penacho de Moctezuma es un término engañoso, por qué no sustituirlo por una denominación científica?, Gerard van Bussel, responsable de la colección de América del Norte y Mesoamérica del Weltmuseum Wien, responde:

Tal término es utilizado por el gran público, no por los especialistas. El grado de desconocimiento del objeto lo sitúa aun en un estado en proceso de entendimiento, lo que impide utilizar una terminología definitiva. A lo largo de los siglos, desde el primer inventario de 1596 y en los siguientes, fue descrito de diversas formas (sombrero, delantal, capa, estandarte y tocado), prestándose a tal heterogeneidad. Más tarde, después de que el tocado se conoció en el siglo XX, muchas personas, por supuesto, teorizaron respecto de su uso: ¿habrá sido un tocado para los gobernantes? o ¿era de los dioses más importantes? O bien, ¿era para los sacerdotes? Es un tema que debe debatirse.

En México existen playeras con la copia del tocado exhibido en el Museo Nacional de Antropología, con el nombre de Penacho de Moctezuma.

–¿Por qué el tocado viene mostrado plano?

–Porque en la restauración del siglo XIX se creía que no era un tocado, sino un estandarte, es decir, un artefacto plano. Debido a su antigüedad y fragilidad, un comité de conservadores mexicanos y austriacos decidió que no podía revertirse esta presentación plana para convertirla en un tocado tridimensional.

–Expertos como Christian Feest, ex director del Weltmuseum, considera que el penacho no fue un regalo de Moctezuma a Cortés y que llegó a Austria después de la Conquista. ¿Esto significaría que fue un botín de guerra?

–No sabemos cuándo y bajo qué circunstancias se trajo el tocado a Europa. Mientras no se haya encontrado información escrita, todas las teorías son eso: teorías o pensamientos.

–¿Qué avance se obtuvo de la última restauración del tocado de 2010-2012?

–Fue un proyecto binacional México-Austria. Se logró mayor información sobre su construcción, así como la identificación de las plumas, la forma en cómo fueron adheridas, cuáles fueron añadidas en la restauración del siglo XIX; así como de las piezas metálicas en las partes inferiores.

“Los restauradores mexicanos y austriacos limpiaron y estabilizaron el tocado para garantizar la exhibición al público. En colaboración con la Universidad Técnica se diseñó ex profeso una vitrina para evitar movimientos o vibración del tocado”.

–¿Qué piensa de las personas que solían protestar a diario frente al Weltmuseum, pidiendo la restitución del Penacho de Moctezuma?

–Fueron manifestaciones que duraban una jornada con motivo del día de la Independencia mexicana en septiembre, sucedió varios años consecutivos. Los manifestantes ejercieron su derecho a expresar opiniones, llamando la atención sobre un tema relevante.

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