Panamá, la constituyente y la quinta papeleta

Algunos sectores de la sociedad panameña vienen impulsando la quinta papeleta, para que sea incluida en las elecciones de mayo y se le pregunte al pueblo, si quiere o no una nueva Constitución a través de una Asamblea Constituyente Originaria

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Raúl González profesor de la Universidad de Panamá

Prof. Raúl González R.
Catedrático de Derecho Constitucional.
Especial para Bayano digital

Algunos medios de comunicación informaron al país, el día viernes 5, de las intenciones del presidente Varela de incluir la 5 papeleta en las elecciones del 2019, para elegir a los constituyentes, de acuerdo con el articulo 314 de la Constitución, que consagra la constituyente paralela. Ese inesperado anuncio lo haría en el acto de apertura del proceso electoral del día sábado.

En su discurso, el Presidente Varela anunció al país, su decisión de iniciar el periodo de consultas para ver la viabilidad de hacer realidad sus pretendidas intenciones.

Esa propuesta de quien en campaña prometió la convocatoria de una constituyente paralela, ha recibido el rechazo de vastos sectores de la sociedad, por razones diversas y el respaldo de algunos de sus seguidores y de ciudadanos confusos, que no conocen el tema.

El Presidente Varela, simplemente señaló el inicio de consultas, que finalmente quedarán como algunas de sus promesas de campaña incumplidas, en nada, ya que su iniciativa necesita de la ratificación de la mayoría absoluta de los Diputados, apoyo con el que hoy no cuenta.

Se trata de una maniobra electorera para ganar adeptos y mejorar la deteriorada imagen de su gobierno y partido, además de presionar para tratar de ganar el control de la asamblea, este 1 de julio.

La respuesta inmediata del PRD, es interesante. Propone la convocatoria de una constituyente, pero rechazando la 5 papeleta. En una Asamblea Nacional, controlada por el PRD y Cambio Democrático, consideran que contarían con los 2/3 de los votos, 46, necesarios para convocar en febrero la constituyente y en julio del 2019, después de pasadas las elecciones, el Tribunal Electoral reglamentaría la convocatoria de la misma.
Frente a esas dos propuestas, preguntamos.

¿Estarían los miembros de los órgano del Estado cuestionados por la sociedad, por los altos grados de corrupción y rodeado de nuevos escándalos, dispuestos a convocar una constituyente?

Definitivamente que quienes están en el poder, no tienen la menor intención de ceder sus cuotas de poder, porque representan la vía de acumular bienes y riquezas, saqueando las arcas del estado y sacrificando a los más débiles, ya que limitan los recursos dirigidos a implementar políticas públicas para resolver las demandas urgentes de la sociedad panameña.

Ambas propuestas tienen en común, que los poderes constituidos, Ejecutivo y Legislativo ignoran al dueño del poder público en un Estado democrático, que es el pueblo.  Se fundamentan en el artículo 314 que crea la constituyente paralela, adefesio creado por los diputados mediante dos asambleas, la saliente del Gobierno de Mireya Moscoso y la entrante del gobierno de Martín Torrijos, sin consultar al pueblo panameño, único titular del poder constituyente.

Ninguna de las dos propuestas responde a las necesidades del pueblo panameño de elaborar una nueva Constitución para refundar el Estado panameño, combatir la corrupción desde sus raíces y construir un Estado democrático, constitucional y de derecho.

Para lograr ese propósito, es necesario que el pueblo asuma su responsabilidad de escoger su propio destino y ejercer el poder constituyente, que es la facultad que tiene, para crea una nueva Constitución.

Para ello, algunos sectores de la sociedad panameña vienen impulsando la quinta papeleta, para que sea incluida en las elecciones de mayo y se le pregunte al pueblo, si quiere o no una nueva Constitución a través de una Asamblea Constituyente Originaria, ya que la Paralela, creada por los diputados, desconoce el poder constituyente y la soberanía popular. La misma es ilegítima y nada ni nadie puede estar por encima de la voluntad popular.

De ganar el sí en el referendo, el próximo gobierno está obligado a convocar la Asamblea Constituyente.

Para implementar esta iniciativa ciudadana y no depender de los poderes constituidos, Gobierno y Asamblea, se propone recoger una cifra significativa de firmas y mediante nota dirigida a los magistrados del Tribunal Electoral, solicitarle incluyan en las próximas elecciones del 2019, la 5 papeleta para realizar el referendo.

De rechazar los Magistrados del Tribunal Electoral esta propuesta, estarían negando la soberanía popular, ya que no se trata de convocar la Constituyente, sino de permitirle al pueblo que decida qué es lo que quiere, como y cuando.

O hay democracia y el pueblo ejerce el Poder Constituyente o los poderes constituidos, le niegan una vez más al pueblo el derecho a ejercer el Poder Constituyente, dejando en evidencia de manera categórica, que en Panamá no tenemos un Estado Democrático, Constitucional ni de Derecho. Que en Panamá, no es el pueblo el que manda, es decir no hay democracia, por lo que la sociedad panameña debe replantearse las tareas a seguir para construir una verdadera democracia popular, incluyente y participativa.

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