Nicaragua, todo empezó con el Nica-Act

Reconocemos y aplaudimos la acción del presidente Daniel Ortega por retirar la reforma que generó el descontento de su población.

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Estudiantes nicaragüenses protestan contra las reformas.

Por Cecilio E. Simon E.
Coordinador General de la Vanguardia Torrijista

Durante varios días ya, jóvenes nicaragüenses se manifiestan en rechazo a las reformas, adoptadas por el gobierno, al sistema de pensiones para evitar la quiebra del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), que:

• Aumenta las cuotas a la empresa privada y a los trabajadores,
• Elimina el tope salarial para cotizar a quienes quedaban exentos del pago, a partir de una determinada cantidad de ingreso (incluidos diputados, ministros y grandes empresarios).
• Fijación de una cuota del 5% a los pensionados que no completaron sus semanas cotizadas, para que reciban atención médica en el INSS, no contemplados en la ley vigente.

Las recomendaciones del FMI

Estas reformas contrastan con la propuesta del FMI, apoyada por los empleadores consistente en:

• Subir la edad de jubilación.
• Aumentar las semanas cotizadas.
• Dejar de pagar pensiones a todos los adultos mayores que no completaron sus cotizaciones.
• Dejar de pagar la pensión a las madres de excombatientes que no cotizaron.
• Privatizar el INSS.

Los nicas viven mucho, dice FMI

La propuesta del FMI se basa en la evaluación de los indicadores macroeconómicos de Nicaragua que se realizó en el 2017 con el Banco Mundial. Ambos organismos de financiamiento internacional concluyeron que la economía nicaragüense está sorpresivamente bien, con un solo problema: «los adultos mayores están viviendo mucho tiempo». Menos gente está cotizando, porque las empresas optan por contratar a parte de la fuerza laboral por periodos, lo que no obliga a pagar seguro y una significativa porción de trabajadores están en el sector informal, y por tanto no cotizan, dice en su informe el FMI.

Reformas sin diálogo

La usual propensión al diálogo del gobierno nicaragüense con la empresa privada y los trabajadores no produjo resultados. La empresa privada, propuso que se adopten las medidas del FMI y al no lograrlo se retiró de la mesa de negociaciones, en tanto que el gobierno nacional  logro acuerdos con los trabajadores y  pensionados que no fueron llevados al resto de la sociedad.

Por el contrario, el gobierno del presidente Ortega, presionado por el Nica-Act., en la búsqueda de una certificación de buena conducta de los organismos de financiamiento internacional, se apresuró a publicar las reformas, parcialmente consensuada, que provocó las protestas legítimas de los estudiantes que no estaban en la mesa de negociaciones, y por tanto, desconocían los acuerdos con los adultos mayores y los sindicalistas.

El Nica Act no escucha el grito de los pobres

El Nica-Act.

Todo empezó con el “Nicaraguan Investment Conditionality Act” conocido como Nica-Act. Debemos recordar que el Congreso de los Estados Unidos aprobó en enero del presente año la Ley que ordena a sus representantes en los organismos financieros internacionales (BID, Banco Mundial) bloquear todos los préstamos solicitados por Nicaragua, una de las naciones más pobres del continente.

La Ley estadounidense, rechazada por el 62% de la población nicaragüense, busca la caída de la inversión y la desaceleración del crecimiento económico, más desempleo, caída de la inversión extranjera directa, afirma el economista Néstor Avendaño. En el largo plazo, al entrar en acción la suspensión a las futuras contrataciones de préstamos del BID y el Banco Mundial, afectará directamente la inversión pública, augura Avendaño.

La ola subversiva de los Estados Unidos

La ola subversiva de los Estados Unidos y sus aliados recorre las américas. Se han quitado la máscara de la democracia electoral del Consenso de Washington y ahora buscan el poder por la vía de llamados golpes suaves.

Emplean una variedad de artilugios elaborados en los laboratorios de guerra de las fuerzas armadas estadounidenses, entre ellos el denominado Economic Warfare (guerra económica), consistente en la aplicación de sanciones económicas unilaterales o concertadas con sus aliados, que provoquen el debilitamiento estratégico y la caída de un gobierno considerado una amenaza para los intereses de los Estados Unidos. Reproduciendo consecutivamente el escenario similar en los países latinoamericanos, Venezuela y Cuba entre ellos, que desarrollan un proceso genuino, en búsqueda de sus propias soluciones y optan por su autodeterminación política, económica y social.

¿Se fragua un golpe suave en Nicaragua?

La ola subversiva llega a Nicaragua con el Nica-Act. Estados Unidos sacó de su caja de herramientas las sanciones contra el gobierno sandinista. Nicaragua está en la “lista” y por tanto no podrá contar con la “amistad desinteresada” del gobierno estadounidense, porque “no es bien conducido”, decíamos en un artículo publicado en diciembre pasado, parafraseando a Tedd Roosevelt el del gran garrote.

Nica Act, política del “Big Stick”

La violencia opositora

Las protestas fueron aprovechadas por un sector de la oposición política que fomentó la violenta destrucción de edificios públicos y el saqueo a establecimientos comerciales, para exigir la renuncia del presidente Daniel Ortega y la convocatoria a elecciones anticipadas.

La violencia provocó decenas de muertes y heridos, que al parecer obedece a un patrón estándar. El 63.16% murieron con heridos de bala; el 41.67% de ellas recibió el impacto en la cabeza, entre los que se destaca el periodista Ángel Eduardo Gahona, que fue asesinado por un francotirador con un tiro en la cabeza mientras realizaba un reporte en vivo. Los estudiantes que participaron en las protestas mostraron a los medios de comunicación las balas de goma que disparó la policía.

La crisis, una combinación de factores

La crisis provocada por unas reformas no consensuadas arroja como balance:

  • El manejo apresurado de los gobernantes, presionados por las sanciones de Washington;
  • La falta de consenso y diálogo con la población que provoca las legítimas protestas de los estudiantes;
  • Las sanciones económicas de los Estados Unidos para inducir un golpe suave.

La inusitada violencia provocada por algunos factores de oposición y los saqueos por desconocidos hasta ahora en Nicaragua, considerado uno de los países más seguro del continente, podría sugerir la presencia de bandas delincuenciales en las protestas y la contratación de las temidas maras de El Salvador para asesinar de manera indiscriminada a los manifestantes.

Dicho esto, reconocemos y aplaudimos la acción del presidente Daniel Ortega por retirar la reforma que generó el descontento de su población y empezar el debate, que debió ocurrir antes, para pacificar al país y emprender junto al pueblo la mejor solución posible a la crisis.

 

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