JULIAN ASSANGE, ASESINATO DE LA LIBERTAD

Lenin Moreno entrega a Julian Assange para que el FMI le conceda préstamos al Ecuador y no sea llamado a juicio por los líos que tiene en Panamá a nombre de sus tres hijas (“INA Papers”). Su abogado es el exembajador de Panamá en México, Ricardo Alemán Alfaro.

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Julian Assange

JULIAN ASSANGE, ASESINATO DE LA LIBERTAD

Julio Yao
Especial para Bayano digital
Analista Internacional y ex Asesor de Política Exterior.

El sórdido, traicionero e indigno gobierno del presidente de Ecuador, Lenín Moreno, ha cometido una escandalosa violación del derecho de asilo y el Derecho Internacional, una institución que nació en la Iglesia Católica en la Edad Media pero que es una contribución más propia de Nuestra América.

Moreno le dio la espalda a la Revolución Ciudadana que liderizó el expresidente Rafael Correa; se separó de la UNASUR y pactó con Estados Unidos para cancelar el asilo a Julian Assange y facilitar su extradición a ese país, donde seguramente le aguarda una cadena perpetua o una sentencia a muerte.

Moreno consideraba a Assange — asilado en la embajada de Ecuador en el Reino Unido desde 2012 — como “una piedra en el zapato”, término con el cual el desleal sucesor de Correa demuestra su enanismo mental para justificar la puñalada trapera que le asestó al periodista australiano.

En vez de otorgarle un salvoconducto para abandonar la embajada o dirimir el caso ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, tal como hicieron Colombia y el Perú en 1951 en el caso de Víctor Raúl Haya de la Torre, Moreno decidió enviarlo al patíbulo en Estados Unidos, donde un juicio justo es un mal chiste.

No contento con someterlo a condiciones restrictivas y violatorias de sus derechos y de despojarlo de la protección diplomática, Moreno le quitó a Julian Assange la nacionalidad ecuatoriana que lo blindaba de toda extradición según la Constitución del Ecuador.

Y tanto berrinche de niño malcriado, ¿para qué? Para que el FMI le conceda préstamos al Ecuador y Moreno no sea llamado a juicio por los líos que tiene en Panamá a nombre de sus tres hijas (“INA Papers”). Su abogado es el exembajador de Panamá en México, Ricardo Alemán Alfaro (de Morgan y Morgan). Moreno acusa a Assange, sin pruebas, de mover los hilos. Por eso, como ha dicho Correa, un vengativo presidente, herido de muerte, “quiere morir matando.”

Para salvar cara, Moreno ha dicho que Gran Bretaña ha ofrecido garantías de que, si se presentara una solicitud de extradición, Assange no sería entregado, una mentira piadosa que no se lo cree ni su abuela.

Moreno le ha hecho una grave ofensa a su país, a Latinoamérica y a la comunidad internacional.

El caso de Julián Assange guarda clara analogía con Daniel Ellsberg (los Papeles del Pentágono) y Eduard Snowden.

Daniel Ellsberg, del Departamento de Defensa y de la Rand Corporation, divulgó en 1971 los llamados Documentos del Pentágono, que narraban la verdad de la guerra de Vietnam desde 1965, en la que Washington engañó a su población diciéndole que obtendrían un triunfo a sabiendas de que era imposible. La difusión de Ellsberg ayudó a terminar la guerra.

Ellsberg, a quien conocí cuando era representante personal del canciller y jefe de las negociaciones del Canal, Juan Antonio Tack, en un Foro Internacional sobre la Autodeterminación de América Latina en la UNAM en México (1975), no aprobaba que Estados Unidos continuara mintiendo sobre Vietnam.

El gobierno de Nixon lo acosó y trató de acallar, pero los medios se acogieron a la Primera Enmienda de la Constitución, y la Corte Suprema apoyó el derecho de Ellsberg y del New York Times y el Washington Post a divulgar la información.

Eduard Snowden, antiguo funcionario de la CIA y la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), divulgó miles de documentos que revelaron la red mundial del espionaje de Washington, incluso a sus aliados.

Sobre la arbitraria detención de Assange, Snowden manifestó que “es un momento oscuro para el periodismo” y que no podía «en conciencia, permitir al gobierno de Estados Unidos destruir la privacidad, la libertad en internet y las libertades básicas de la gente de todo el mundo con esta gigantesca máquina de vigilancia que están construyendo en secreto».

A Daniel Ellsberg le otorgaron en 2006 el Premio Right Livelihood, considerado el Premio Nobel Alternativo. A Snowden, asilado en Moscú, le otorgaron la Copa del Sentido Común o Cristal de la Razón en la ciudad alemana de Kassel.

Los tres paladines de la libertad retan con la verdad a la opresión, el engaño y la manipulación.

Assange recibió en el 2009 el Amnesty International UK Media Award (New Media), por exponer asesinatos extrajudiciales en Kenia.

En 2011, Julian Assange fue premiado con el Sydney Peace Foundation Gold Medal de la Universidad de Sydney por su «excepcional coraje e iniciativa en la búsqueda de los derechos humanos». Recibió el Premio Martha Gellhorn para Periodismo y el Premio Walkleys 2011 en la categoría » Contribución Más Sobresaliente al Periodismo».

La extradición de Assange es el asesinato de la libertad. ¡Libertad para Assange!

 

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