En 2017, el sector agropecuario de Rusia espera cosechar cerca de 130 millones de toneladas de cereales y, de esa manera, batir el récord establecido en la época de la Unión Soviética.
Sputnik
De acuerdo con las estimativas, la cosecha de granos del 2017 en Rusia debe superar el récord soviético de 127 millones de toneladas, establecido en 1978. Es necesario recordar, sin embargo, que el indicador es referente solamente a la Rusia soviética y no a la URSS como un todo, que aquel año alcanzó una cosecha enorme de 238 millones de toneladas.
“Actualmente, la agricultura y el sector agroindustrial en general, es de los más dinámicos de nuestra economía”, afirmó Vladímir Putin, presidente de Rusia, al comentar el éxito de los agricultores.
El presidente subrayó además, que “estos indicadores fueron alcanzados en condiciones climáticas no muy favorables”, ya que el verano en Rusia ha sido inusualmente frío el año en curso.
De acuerdo con Alexandr Tkachov, ministro de Agricultura de Rusia, el país eslavo tiene la intención de volver al liderazgo mundial de exportación de granos en 2017-2018.
Tkachov informó también que la cosecha de cerca de 130 millones de toneladas permitirá exportar casi 45 millones de toneladas de granos, incluidos 30 millones de toneladas de trigo, de surgir una situación favorable en los mercados mundiales.
En 2016, Rusia ya superó a los Estados Unidos en la exportación de cereales. De acuerdo con un pronóstico del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, el país norteamericano debería haber mantenido la primera posición con exportaciones equivalentes a 28,3 millones de toneladas. Sin embargo, en julio de 2016, el ente reconoció que Rusia se había convertido en el líder mundial en exportación de trigo por primera vez en la historia moderna.
De acuerdo con el medio Vzglyad, el crecimiento impresionante del sector se logró gracias a inversiones significativas en agricultura. Sin embargo, lo contrario también es cierto: el creciente sector agrícola permite a la economía nacional resistir eficazmente a la crisis, especialmente teniendo en cuenta el gran aumento de la demanda de productos rusos en el extranjero.
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El embargo alimentario, introducido por Moscú en respuesta a las sanciones de Occidente en el año 2014, tuvo un impacto positivo en la agricultura del país eslavo, asegura Muryel Jacque en su artículo para el medio francés Les Echos.
Tan sólo en unos años, Rusia, que ha apostado por el autoabastecimiento, ha sido capaz de aumentar las cosechas y alcanzar el nivel de los líderes de las exportaciones de cereales, señala la periodista.
“En unos años, Rusia, que desde hace tiempo había dejado el escenario internacional, se ha convertido ahora en una nueva superpotencia agrícola, sobre todo, gracias a los cereales”.
Según el Servicio Federal de Estadísticas de Rusia (Rosstat, por sus siglas en ruso), en 2016 el país eslavo produjo 120 millones de toneladas de granos. Es la cosecha más grande de la era postsoviética.
Moscú está ganando parte del mercado a EEUU y Europa en regiones como Asia, América Latina o África.
Los mayores productores “están temblando”, observa la autora. Sobre todo, si se tiene en cuenta que los analistas australianos de la organización AEGIC pronostican que las exportaciones de granos rusos crecerán un 60% durante el período del 2015 al 2060.
